viernes, junio 30, 2006

Adiós, Mundial


La selección argentina de fútbol perdió -por penales, pero vale lo mismo- contra el anfitrión. Que mereció ganar, que no tuvo suerte, que Fulano arrugó, que Mengano se equivocó en los cambios, que Zutano es un pecho frío, que Perengano...
Lo cierto es que nos quedamos afuera del Mundial. A llorar a la iglesia.
Por suerte, tuvimos en qué entretenernos para despejar la mala onda. La tía Paulina se puso a hacer unas espectaculares empanadas salteñas para el cumpleaños de mi Mamá y después nos fuimos a comprarle su regalito.

jueves, junio 29, 2006

¡Feliz cumplemés! 14


Y un día cumplí 14 meses...
Con algunas nanas, como sarpullidos y otitis supuradas, pero nada grave, gracias a Dios.
Ha sido un mes agridulce. Lo peor, lejos, es la operación a la que se tuvo que someter la tía Noemí quien, por suerte, parece estar recuperándose.
En cuanto a mí, se ha tratado de 30 días con muchos cambios: partiendo del hecho de cumplir mi primer aniversario en esta casota, pasando por otros logros más concretos; como dejar la teta para siempre o empezar a dormirme solito-solito, sin ayuda: algo que conseguí apenas ayer, con un pequeño empujoncito por parte de Papá.
También fue un mes de muchos cumpleaños y, por ende, una ajetreada vida social. ¡Ah...! Y no debo olvidarme de mi primer Mundial, un acontecimiento que no entiendo, pero que comparto con toda la gente como el que más.

domingo, junio 25, 2006

Regalo de mi tía Maby


Aunque se trata de una noticia vieja, esta camperita tan canchera fue uno de los regalos de la tía Maby para mi bautizo.
Se trata de una de esas prendas sumamente útiles, porque sirve para múltiples ocasiones; tanto para usar en casota como en el exterior.
Lamentablemente, mi cuerpo se está desarrollando demasiado rápido por todos lados y pronto deberé dejar de usarla. Mis rollitos comienzan a aflorar por la parte de abajo y las mangas empiezan a apretar.
Sí, le quedan las semanas contadas, pero le he dado maza.

sábado, junio 24, 2006

A Cuartos, sufriendo


Argentina venció a México con un gol de esos que sólo se ven de vez en cuando -eso repiten todos- y pasó a los Cuartos de Final del Mundial de Alemania 2006.
La verdad, del partido vi poco y nada, porque me la pasé jugando con unos cacharros. Lo mejor es que -al menos el primer tiempo- compartí la experiencia con mi Papá. Para el segundo me fui a dormir la siestota.
Fue, digamos, algo intenso. ¡Se pone muy nervioso! ¡Se la pasa insultando a todo el mundo...! ¿Se puede hacer eso?
Según le escuché contarle a mi Mamá, aunque nació para la época del Mundial de 1962 en Chile, Papi sólo puede remontar sus recuerdos al Mundial de 1966, que se jugó en Inglaterra. Y tampoco rescata demasiado, salvo lo que calificó como las calenturas que se agarraba mi abuelo Tata ante la radio Spika, con funda marrón de cuero, o junto la radio eléctrica de la cocina.
En la foto, se lo puede ver a mi Papá festejando el primer gol de Argentina. Segundos después, me puse a llorar. Todavía me da miedo cuando gritan. ¡Qué se le va a hacer!

miércoles, junio 21, 2006

A Octavos, tranqui


Argentina empató con Holanda en un aburrido 0-0, pero lo mejor fue que confirmó la clasificación del equipo para la próxima ronda.
El partido lo vi en la imprenta junto con mi abuela Katty y la tía Mirta, mientras Mamá y Papá sacaban trabajo y lo seguían por la radio e Internet, respectivamente.

lunes, junio 19, 2006

Regalo de mi tía Silvana


Uno de los regalitos que recibí para mi cumpleaños fue este chalequito que tejió con sus propias manos mi tía Silvana.
Aunque a ella no le gustaba mucho, a mí sí.
Esta foto es la prueba de eso y espero que le sirva como aliciente para que me teja otro para el próximo invierno.

domingo, junio 18, 2006

¡Feliz día, Papi! [2006]


¡Cómo pasa el tiempo...! Parece ayer cuando festejaba junto a mi Papá, por primera vez, el Día del Padre. ¿Quieren saber cómo la pasamos en aquella ocasión? Les recomiendo repasar el post correspondiente. Se llamó, en un alarde de originalidad, ¡Feliz día, Papi! [2005].
Sí, el tiempo pasa volando cuando uno lo disfruta. Y está pasando sumamente rápido.
Francamente, del primer festejo no recuerdo nada, pero sí de éste. Me levanté temprano -antes que mi Papi- y junto a mi Mamá y Psycho le llevamos los regalitos que le compramos. En esta ocasión le regalé unas zapatillotas de básquet, como le gustan a él. Mami le compró una jueguitos para la compu y Psycho le obsequió muchos besotes a medias conmigo.
Resultó un día hermoso, en el que mi Papá se emocionó mucho de tanta alegría. Así, la máquina familiar comienza a funcionar: si mi Papi es feliz, entonces mi Mami es feliz. Como consecuencia, si ella es feliz, yo soy feliz.
Y la rueda vuelve a girar.

sábado, junio 17, 2006

La última teta



Todo tiene un final: lo acabo de aprender, con sorpresa y con dolor.
Mamá ya no me dará teta. Listo. No hay vuelta atrás ni lugar a apelaciones o ruegos.
Tengo que confesar que me la veía venir.
En diciembre, cuando empezaron a darme papillas y a aumentar las mamaderas, se disparó la cuenta regresiva que ahora llegó a cero. Para esa época tomaba una ración de teta al despertar, otra al mediodía, otra en la siesta y la última antes de dormir. Si la noche venía difícil, capaz que recibía alguna más.
Claro, con el almuerzo de sólidos, me quitaron la teta del mediodía. Por entonces no me preocupé: de última estaba descubriendo sabores nuevos.
En marzo, cuando empezó a cuidarme la tía Fernanda, perdí la teta de la siesta. Ahí se encendieron las luces de alarma.
En abril, la cosa se puso muy dura, pues me quitaron la teta de la mañana; una decisión que tuvo efectos devastadores. Tanto es así que casualmente empecé a despertarme a la noche a ver si recibía algo más. Resultó un triunfo de corto alcance que generó tantas dudas en mis Papis que condujeron a la decisión que hoy lamento: ¿Manu se queda con hambre o se despierta tantas veces a la noche porque está mimoso?, se preguntaban. Como comida jamás me faltaba, la conclusión fue obvia.
Y aquí estamos. Anoche fue la noche. Después de todos los rituales habituales (cena, baño, canciones y cuentitos), Mamá extrajo un biberón que Papá le proporcionó a escondidas y me dio de beber. Tomé sin culpas, pues -iluso de mí- supuse que además podría contar con la teta correspondiente como extra.
Craso error.
Cuando me di cuenta, comencé a manotear la ropa de mi Mami, buscando desesperadamente mi dosis. Una y otra vez mi Mamá desarticuló todos mis intentos.
Era el fin.
El siguiente paso fue la cuna, el arrorró y todo eso. Me dormí, no sin sorpresas, como siempre. Incluso hasta dormí toda la noche de un tirón, contrariamente a la tendencia habitual.
Sí, es el fin de una época que, viendo cómo fuma mi Papi, sé que extrañaré toda mi vida; incluso sin darme cuenta.
Un dato a mi favor: al menos, no lloré.
Lo sobrellevé como todo un hombre.

La foto de arriba es Neonatología, en la terapia intensiva del Sanatorio de la Trinidad, cuando Mamá empezaba a estimular mi reflejo de succión.
La segunda imagen es de hoy, cuando la teta comienza a convertirse en un recuerdo.

Días de nanas



17-19/06/06
Han sido días de molestias, algunos dolores y mucho fastidio.
Como verán en la primera foto, me broté o algo así. Probablemente tenga que ver con mis defensas. Dado que sigo cortando dientes, parece que tengo más tendencia a pescarme cualquier cosa.
En la segunda foto, sugiero que se fijen en mi pobre oreja: otitis supurada, fue el diagnóstico inicial de mi madrina Ivana y que el otorrino confirmó. Dicen que me debe haber dolido mucho, pero la verdad es que, salvo una pequeña molestia, no sentí demasiado.
Por suerte, una cremita, en el primer caso, y una gotas, en el segundo, solucionaron todo. Y he vuelto a la normalidad.

viernes, junio 16, 2006

El Mundial, de visitante


Después del debut del sábado, hoy la Selección Argentina jugó contra Serbia y Montenegro, que es un solo país; al menos por ahora, porque escuché por ahí que muy pronto se dividirán en dos. Así, sigo sumando cosas que no entiendo: países que se forman, luego se dividen y después desaparecen.
Como era viernes y había que trabajar, el partido lo vimos en la oficina (salvo el privilegiado de mi Papá, que se quedó a verlo en casota porque odia escuchar los comentarios ajenos y llegó más tarde). En realidad, lo vimos en la sala de reuniones de la imprenta donde alquilan mis Papis, porque ellos tienen tele y nos invitaron. Me pusieron la camiseta argentina y fuimos con mi abuela Katty y la tía Mirta, que trabaja con Mamá.
Ganamos 6 a 0 y ¡fue espectacular!, según mi Mami, porque a mí me sigue haciendo llorar que griten los goles de manera tan desaforada.
En todos lados, la gente ya se cree que seremos campeones del mundo. Jugamos muy bien, pero me parece que se apuran un poco...

domingo, junio 11, 2006

Mi manera de dormir


Realmente, no le veo la gracia, pero parece que a mi Papá le resulta simpática mi manera de hacer nonazo, de ahí la foto que ven.
En realidad, no tuve la oportunidad de comparar mi estilo con el de otros bebés, pero supongo que no debo tener nada de particular.
Prefiero mil veces hacer noni-noni de este modo y no como mi Papi, que se la pasa hablando, gritando o saltando en la cama gracias a su sonambulismo.

sábado, junio 10, 2006

Mi primer Mundial


Como relaté en el post anterior, el sábado festejamos el cumpleaños # 45 del tío Marcelo, allá en su casa de Ciudad Jardín. Esa fue la primera excusa para que se reúnan los amigos, pero la segunda razón no era menos relevante: el debut de la Selección Argentina en el Mundial de Alemania.
Francamente, todavía no entiendo nada de fútbol. A duras penas sé que soy hincha de Huracán, porque mi Papá me lo recuerda constantemente y además me calzó la camiseta apenas pisé mi casota. También sé que, precisamente por eso, debo odiar a San Lorenzo, el equipo de mi Mamá. Ahora me dicen que también tengo que ser hincha de Argentina.
Todos estaban ansiosos y, por lo que pude escuchar, nadie daba por seguro un triunfo fácil de nuestro equipo. Banderas, gorritos y globos con los colores nacionales cundían por doquier. Mi Papi, por ejemplo, desempolvó su vieja camiseta celeste y blanca para estar a tono. A mí me pusieron un gorro de arlequín que me quedaba muy bien y cuando todos gritaban ¡Argentina, Argentina!, yo daba saltitos y seguía el ritmo con la cabeza.
Costa de Marfil fue nuestro rival de hoy. El partido en sí me resultó ni fu ni fa, salvo cuando todos gritaron ¡gol! de Argentina, al mismo tiempo, y me hicieron asustar. Lo peor de todo es que Argentina hizo el segundo tanto al ratito ¡y volvieron a gritar como desaforados! Obviamente, de nuevo lloré. El partido terminó 2-1 y el camino comienza a allanarse. Al menos, eso escuché.
Papá me pidió que tratara de retener estas imágenes (las del partido y también las del entorno), porque de acontecimientos así comenzará a nutrirse mi vida. Lamentablemente, todavía soy muy chico y sé que mañana ya no recordaré nada de esto.
Por eso lo dejo escrito para la posteridad.

¡Feliz cumple, tío Marcelo! [2006]



El verdadero cumpleaños del tío Marcelo ha sido el día 8, pero decidió festejar sus 45 recién hoy, que comenzó la participación de Argentina en eso que llaman Mundial de Fútbol.
La cita fue allá en su casa de Ciudad Jardín. Se trató de una jornada tensa, a la espera del partido de la selección contra Costa de Marfil. Por suerte, todavía no conozco lo que es la ansiedad, salvo en lo que se refiere al horario de la papa o el del nonazo.
Una nota aparte, el lemon pie aparentemente preparado por mi madrina Ivana: fresco y sabroso, según aseguró mi Papá, porque a mí no me dejaron tocar ni una miga.

domingo, junio 04, 2006

Un año en casota


El domingo hubo motivos para festejar.
El 4 de junio de 2005 fui dado de alta en el Sanatorio de la Trinidad (curiosamente, este domingo tuvimos que volver a la guardia, de urgencia, porque el forúnculo de mi Papá se convirtió en un horrible absceso que le hinchó la frente de manera descomunal), después de 36 días de internación por mi nacimiento prematuro. Un año muy especial signado por el cambio y el aprendizaje constantes.
Estos 365 días se dividen en dos etapas bien marcadas: 3-4 meses de ostracismo recomendado por el neonatólogo-pediatra a causa de los virus circulantes; y el resto de vida, digamos, más o menos normal, que incluye hospedaje en el lugar de trabajo de mis Papis.
¡Un año en casa! De no creer...
En la foto, una síntesis de la felicidad que hemos vivido en estos 12 meses.

sábado, junio 03, 2006

¡Feliz cumple, prima Florencia! [2006]



La noche la terminamos en Ciudad Jardín, en la casa de mi abuelo Tata, para festejar el cumpleaños Nº 26 de mi prima Florencia, hija de mis tíos Silvia y Hugo, y ahijada de mi Papá.
Si bien la pasamos bien, había mucha gente; como se puede apreciar en la segunda foto: estoy subido al cochecito, pero no puedo ir a ningún lado por la cantidad de piernas que se interponen.
En la segunda foto, se ve a mi prima soplando las velitas juntos a mis primos Franco, Mateo y Santino.
Mi Papá estaba preocupado porque un forúnculo de notables proporciones está emergiendo en medio de su frente.

Mis tíos Ricardo y Maby


Hoy vinieron de visita los tíos Maby y Ricardo, hermano de mi Papá.
Ella no me conocía, pero me mandaba regalitos por intermedio de él, como el juguete en forma de llave que tiene luces y sonidos, y que tanto me acompañó desde que tengo uso de razón. Es decir, desde hace unos meses. Si es que tengo uso de razón...
La pasamos muy bien, aunque la visita tuvo que ser breve, porque mis Papis y yo debíamos ir al cumpleaños de mi prima Florencia, donde nos encontraríamos con los tíos Silvia y Eduardo, los otros hermanos de mi Papá.