martes, febrero 14, 2006

A la par


Mi Papá tiene esas cosas, que tranquilamente pueden entenderse como 2 caras: es tan capaz de ser serio, distante y tirando a secote, como ser jovial, tierno y payasín.
Cuando quiere.
Todavía no sé determinar muy bien de manera anticipada cuándo es cuando quiere.
Supongo que el tiempo y la mutua compañía nos darán la experiencia y el conocimiento necesarios para identificar los momentos adecuados.
Hasta que llegue esa etapa, mi Papi no dejará de sorprenderme; como hoy, cuando en el trabajo salió de esa cueva que huele a tabaco negro a la que llama oficina, se acercó a mí y bajó de sus 1,96 m para jugar conmigo con todo el amor del que es capaz de ofrecer.
Que es mucho.
Como muchas son nuestras semejanzas: fíjense la manera de apoyar nuestras cabezas sobre nuestros brazos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Son muyyy parecidos!
Pero corrjo lo de "como hoy" muchas tardes y muchas mañanas esta con vos, juegan y te enseña muchas cosas, por suerte nos complementamos en eso, lo que no te enseño yo, te lo enseña él...es EL PAPÁ! y nunca va a dejar de sorprenderte.

Manucho dijo...

Sí, es cierto. Pero me gustaría que juegue mucho más... A veces lo veo demasiado preocupado por mi salud. Tal vez sea por todo lo relativo a mi nacimiento...
Pero es verdad que nunca deja de sorprenderme.
Un besote, Mami.