domingo, julio 31, 2005

Mis tíos Silvia y Hugo


Después de tantos cuidados intensivos, la familia tiene miedo de molestar y duda en venir a visitarme. Por suerte, la hermana de Papá, mi tía Silvia, decidió darse una vueltita por casa junto al tío Hugo y a mi prima Florencia, que también es la ahijada de mi Papi.
La pasamos re-bien, se tomaron unos matienzos y me llenaron de mimos, aunque me parece que esperaban que yo hiciera alguna gracia. ¿Qué pretenden? ¡Apenas cumplí 3 meses! Gracias que me la banqué despierto y sin llorar.
Como todos, también tuvieron que fumar en el balcón. Sorry...

sábado, julio 30, 2005

Mi tía Marisa


En estos días también me vino a visitar la hermana de Mamá, mi tía Marisa. Como ella trabaja con nenes, sabía juegos muy divertidos, sobre todo con el gym. Vino varias veces, pero no podía traer a mi primo Pedro, porque el pediatra le había dichos a mis papis que se evitara el contacto con chicos en edad escolar (por el mismo tema de las enfermedades muy contagiosas durante el invierno). Eso a mi tía no le gusta nada, como tampoco a mi abu Katty, y no se privaban de hacérselo saber a mi Mamá.
Es una pena no haber podido conocer a Pedrito, pero el tiempo pasa volando y pronto vamos a jugar mucho-mucho.

viernes, julio 29, 2005

¡Feliz cumplemés! 3


Y un día cumplí 3 meses...
Las cosas iban tomando su rumbo. Así, por ejemplo, mi neonatólogo, Marcelo, ahora me atendía como pediatra y solamente una vez por mes. Todavía sigo en casa con Mamá (porque dice el doctor que hay una epidemia de bronquiolitis que afecta especialmente a los prematuros como yo) y juntos hacemos los deberes para el trabajo. Ella se pone adelante de la computadora y yo la miro desde el huevito del cochechito, escuchando juntos esa música linda de Louis Armstrong.
Aprendí a tomar la teta como el mejor y no regurjitaba nada-nada. Y para los provechitos no hay quién me supere. ¡Hasta hago temblar los cuadros de la casa! Tampoco me duele más la panza, porque Papá aprendió a hacerme flexiones con las patotas y entonces me tiro unos petú tan ruidosos que espanto a Psycho.
Pero lo más lindo que descubrí es esa cosita rara que nace de la panzota -cuando Mamá me hace cosquillas o se hace la payasita-, sube por no sé donde y termina en mi cara; a veces hasta con un ruido raro.
Creo que se llama... Bueno, no sé cómo se llama, pero Papá sacó una foto en el momento justo para que ustedes se den cuenta de qué hablo.

miércoles, julio 27, 2005

Durmiendo con la Abu


Esta es otra foto que me gusta mucho, porque se me ve tranquilo y "entregado", haciendo noni-noni con la Abu.
La abuela Katty me viene a visitar siempre y le gusta hacerme dormir. ¡Y le resulta re-fácil! No sé cómo hace, será que habla mucho y las palabras comienzan a acumularse en la habitación hasta que me tapan; dejándome mullidito y listo para soñar con los angelitos.

domingo, julio 24, 2005

Supercar


Aquí estoy con mi Supercar, que tiene todo lo que alguien como yo puede desear... y más.
Dicen que apenas nací, ese mismo viernes en el sanatorio, en la habitación de Mamá, el tío Darío -un verdadero personaje que trabaja con mi abuelo Pichi- le preguntó qué necesitábamos. En realidad, yo necesitaba salir de terapia intensiva o, como mínimo, necesitaba un par de buenos pulmones para respirar bien. Pero él no se refería a eso, sino a cosas para mí o mi cuidado.
Sin anestesia, Mami le dijo que nos faltaba un cochecito. Y el tío Darío dijo Dalo por hecho y compró el mejor-mejor. A las pocas semanas ya estaba mi Supercar en casa, gracias a que la tía Mariela y el tío Cris nos hicieron el favor de ir a buscarlo.

sábado, julio 23, 2005

Psycho y yo


Psycho nació el 29 de septiembre de 1998, por lo que ya tiene 6 años (48 de los humanos). Es un perro de raza bretton spanniel de color naranja y blanco, con una curiosa marca de pelaje verde oscuro cerca de uno de sus ojos.
Hasta que aparecí yo, había sido el malcriado de la casa; haciendo y deshaciendo por aquí y por allá. Mi llegada también lo alteró a él. Como yo dormía en la habitación de mis papis, que también era la suya, de un día para el otro tuvo que acostumbrarse a hacer nonazo en el estudio de Papá. Me parece que no le causó nada de gracia. Capaz que son ideas mías, nomás...
Lo cierto es que todavía no nos damos mucha bola. A veces, él muy chanchote se acerca para olerme el pañal, a ver si me hice caca o pis. ¡Qué buchón! Pero, en general, hace la suya, como si estuviera ofendido. Y no pierde la oportunidad de subirse arriba de mi Papá, para que le haga upa. O de Mamá, para que le rasque el lomo. Es un celoso...
Por mi parte, como todavía ando más dormido que despierto, tomando la teta o tirándome petús, tampoco le doy mucha pelota.
Ya va a llegar mi momento. Que se prepare.

domingo, julio 17, 2005

Madonna III


Otra de esas fotos que me producen maripositas en la panzota. Y nuevamente con Mamá. Yo, haciendo re-nonazo, como el mejor.

martes, julio 12, 2005

Dorsales, 3 de 10


Uno de los regalos que me hizo la tía Carla fue este invento del Infierno llamado -eufemísticamente- gym.
Ya querría verlos a ustedes, gordos y viejos, tratando de agarrar algunos de esos chiches tan lindos que cuelgan y no poder hacerlo porque el cuerpo les dice No.
Debo admitir que después le tomé el gustito.

domingo, julio 10, 2005

Unidos por el Globo



Mi Papá no dio lugar a opciones: nací hincha de Huracán. Como él, como mi tío Ricardo y mis primos Matías y Juan Manuel, como el abuelo Tata, como el bisabuelo Manuel. Admite que no fue una decisión fácil de justificar, que juntos sufriremos mucho más de lo que gozaremos. Pero, aun sabiendo eso de antemano, me hizo del Globo.
Ser de Huracán es pertenecer a una minoría anclada en el recuerdo de viejas glorias y triunfos pasados, en un barrio acorde a esas circunstancias. Podría haberme hecho de Independiente, como el tío Eduardo o mi primo Mariano; de River, como el tío Hugo y mi primo Diego; o de Boca, como tantos otros. Capaz hubiera sido mejor, de vez en cuando -sobre todo si sos Gallina o Bostero- tenés algo que festejar, tu equipo sale en los diarios y las revistas, y sus partidos no los pasan por cable a las 3 de la madrugada de un martes.
Pero me hizo de Huracán... Para hacerme «de abajo» y que me curta. Para que me integre a una historia familiar previa a mi llegada y posterior a mi partida.
De todos modos, él sabe, mi Papi, que el día de mañana no va a poder hacer nada por evitar que yo elija ser hincha del club que se me antoje.
Salvo San Lorenzo. Cualquier cosa menos Cuervo.

lunes, julio 04, 2005

La tía Carla


En esta foto, estoy en brazos de la tía Carla. Como dije antes, ella se fue del país -al igual que las tías Gisela [N. del A.: ante las amenazas recibidas, cumplo en rectificar que es con una sola l], Daniela y Valeria- porque necesitaba empezar una nueva vida. Viajó a España con Félix, su hijito y algo así como mi primo, pues allá la esperaban sus hermanos.
Su partida le dolió mucho a mi Mamá, ya que eran grandes amigas. Al principio mantuvieron el contacto, pero muy pronto Carla se «alejó» aún más y dejaron de comunicarse.
Más allá de alguna charla aislada, la cosa parecía empantanada. Hasta que nací y la tía Carla decidió que era el momento de volver, aunque sea por unos días. En total, fueron 20; los suficientes para que el afecto que se tenían tuviera una segunda oportunidad.
Me gustó mucho conocerla; jugó conmigo, me hizo upa y ¡hasta me regaló un gym relindo! Y también el oso Pulgoso.
Espero que vuelva pronto. No siempre veo a mi Mamá reírse tanto con alguien. Y todo el que la hace feliz a ella, me hace feliz a mí.

viernes, julio 01, 2005

¡Feliz cumple, Mami! [2005]


Este es el primer cumpleaños de mi Mamá desde que llegué. ¡Por eso es especial!
Como el neonatólogo no me dejaba salir ni recibir muchas visitas al mismo tiempo, no hubo un gran festejo, sino varios chiquititos. Aunque no hayan podido venir, igual mucha gente se acordó de mi Mami. ¡Es que la quieren mucho!
Pero yo más.
Papá le regaló un libro para cuidar a los bebés y yo un perfume importado, que sé que a ella le gusta muchito.
Es que se lo merece. Siempre está pendiente de mí y no me abandona ni un solo segundo. Es la Mamá más linda y más buena del mundo. Pero, bueno, ya sé... Todos los nenes dicen lo mismo de sus mamis.