Y un día cumplí 2 meses...
Atrás quedaron las angustias de mis viejos y las semanas en terapia intensiva. Estaba en casa, calentito y acompañando a Mamá en cada jornada de trabajo -obligada- desde el hogar.
Aprendí a tomar la teta de una mejor manera, a no regurjitar tanto y hacer provechitos cada vez más efectivos.
Todavía tenía que ir a los chequeos semanales con el neonatólogo, pero sólo se trataba de cuestiones de rutina.
A la noche, me despertaba seguido, pero creo que fue bastante soportable para todos.
Ese día Papá llamaba desde el trabajo para recordarle a Mami que me saque una foto, por el festejo de un nuevo mes, pero justo me la pasé durmiendo. En todas las imágenes salí con los ojos cerrados. ¡Qué se le va hacer!
Atrás quedaron las angustias de mis viejos y las semanas en terapia intensiva. Estaba en casa, calentito y acompañando a Mamá en cada jornada de trabajo -obligada- desde el hogar.
Aprendí a tomar la teta de una mejor manera, a no regurjitar tanto y hacer provechitos cada vez más efectivos.
Todavía tenía que ir a los chequeos semanales con el neonatólogo, pero sólo se trataba de cuestiones de rutina.
A la noche, me despertaba seguido, pero creo que fue bastante soportable para todos.
Ese día Papá llamaba desde el trabajo para recordarle a Mami que me saque una foto, por el festejo de un nuevo mes, pero justo me la pasé durmiendo. En todas las imágenes salí con los ojos cerrados. ¡Qué se le va hacer!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario