sábado, julio 22, 2006

Una mañana para jugar


Si bien ya he jugado con nenes y nenas de todas las edades, el de hoy ha sido un día especial, porque mi Mamá me llevó a Planeta Juego, un lugar en el que se dedican a hacer jugar a los chicos y donde trabaja su hermana (la de rojo en la foto), mi tía Marisa.
Allí tuve la oportunidad de jugar con chiches diferentes de los míos y con chicos que no conocía.
Realmente se trató de toda una experiencia nueva, sobre todo en eso que hacen tanto hincapié los adultos y que denominan compartir.
Bueno, como se aprecia en la foto, mucho que digamos no compartí. En realidad, nadie compartía nada de nada. Más bien era como la lucha por la vida, donde regía la ley de la jungla o la del más fuerte. Si vos querés un chiche, nadie te lo da de onda y entonces hay que agarrarlo como sea. No digo que eso sea lo correcto. Al contrario, mis Papis se la pasan tratando de corregir esa faceta mía, pero las cosas -por ahora- son así. Y, por lo que vi, todos los nenes de mi edad son iguales. Hay como una especie de magnetismo por el chiche ajeno difícil de resistir. Siempre parece más lindo el chiche del otro. Así, quité y me quitaron infinidad de juguetes durante la velada. Pero la pasé bien.

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