08/10/06
¡Me encantó! El lugar no tanto -el Puerto de Frutos, en el Tigre-, pero andar en pony fue una experiencia alucinante. Y contrariamente a la tendencia habitual, esta vez me relajé y me dejé llevar. Literal y figuradamente.
Mientras mi Mamá inmortalizaba estas escenas y mi tía Marisa me cuidaba, ¡hasta la gente que bajaba de sus autos me felicitaba por mi brillante desempeño sobre el noble animal! Además, nótese mi postura en la imagen.
¡Me encantó! El lugar no tanto -el Puerto de Frutos, en el Tigre-, pero andar en pony fue una experiencia alucinante. Y contrariamente a la tendencia habitual, esta vez me relajé y me dejé llevar. Literal y figuradamente.
Mientras mi Mamá inmortalizaba estas escenas y mi tía Marisa me cuidaba, ¡hasta la gente que bajaba de sus autos me felicitaba por mi brillante desempeño sobre el noble animal! Además, nótese mi postura en la imagen.
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