sábado, julio 29, 2006

¡Feliz cumplemés! 15


Y un día cumplí 15 meses...
Terminó mi primer Mundial, soplé las velitas en el cumpleaños de mi Mamá, conocí a viejas amigas de ella (como las tías Valeria y Marianela), vino de visita el primo Félix -desde España-, fui de compras a un hipermercado y a jugar a Planeta Juego, con mi tía Marisa.
Un mes bastante tranquilo, sin nanas que destacar, salvo que -por pasarme de listo- me caí de la practicuna en el trabajo. No sé qué quise hacer. De alguna manera pienso que me creí preparado para salir de allí por mi cuenta. Craso error. Pasé un pierna, giré la cadera... y el abismo. Más que dolor sentí vergüenza cuando mi Papá me encontró tirado sobre la alfombra llorando como un marrano, pero con cara de no entender nada.
Claro que, sin lugar duda, lo más destacable del mes es que aprendí a gatear. Al principio, sólo reptaba, como un gusano gordo y con pañales. Pero en los últimos días mi gateo se ha perfeccionado, dominando el tránsito en 4 patas como el mejor.

martes, julio 25, 2006

El primo Félix


Desde Valencia, España, llegó de visita por unos días mi primo Félix, hijo de la tía Carla, una de las amigas de mi Mamá del clan de Las Gordis.
La mayor parte del tiempo la pasó con el abuelo Albino, que lo extrañaba mucho. Por suerte, Félix fue obligado bajo severas amenazas de Carla a visitar a mis Papis -y a los tíos Mariela y Christian-, por lo que tuve la oportunidad de conocerlo. Dice mi Mamá, que hacía varios años no lo veía, que Félix está regrande y que cada vez se parece más al padre, Diego. Ah, y que es demasiado centrado para ser hijo de Carlita. Esa parte no la entendí.
A mí me cayó muy bien. Jugó conmigo y todo.
En la foto se lo ve con el saxofón de mi Mami, al que trató de sacarle sonido, dado que él toca los vientos en una banda de su barrio.

sábado, julio 22, 2006

Una mañana para jugar


Si bien ya he jugado con nenes y nenas de todas las edades, el de hoy ha sido un día especial, porque mi Mamá me llevó a Planeta Juego, un lugar en el que se dedican a hacer jugar a los chicos y donde trabaja su hermana (la de rojo en la foto), mi tía Marisa.
Allí tuve la oportunidad de jugar con chiches diferentes de los míos y con chicos que no conocía.
Realmente se trató de toda una experiencia nueva, sobre todo en eso que hacen tanto hincapié los adultos y que denominan compartir.
Bueno, como se aprecia en la foto, mucho que digamos no compartí. En realidad, nadie compartía nada de nada. Más bien era como la lucha por la vida, donde regía la ley de la jungla o la del más fuerte. Si vos querés un chiche, nadie te lo da de onda y entonces hay que agarrarlo como sea. No digo que eso sea lo correcto. Al contrario, mis Papis se la pasan tratando de corregir esa faceta mía, pero las cosas -por ahora- son así. Y, por lo que vi, todos los nenes de mi edad son iguales. Hay como una especie de magnetismo por el chiche ajeno difícil de resistir. Siempre parece más lindo el chiche del otro. Así, quité y me quitaron infinidad de juguetes durante la velada. Pero la pasé bien.

domingo, julio 16, 2006

Mis piyamas


Como a todos, me gustan mis piyamas porque son cómodos y calentitos. A mis Papis, verme en ropa de dormir parece que les produce un efecto de enternecimiento inmediato.
Claro que hay piyamas y piyamas. El de los sapitos [fíjense aquí], por ejemplo, resultó un suceso. Además quedó asociado a los recuerdos más intensos de mis primeros meses; tanto cuando estaba internado, como cuando llegué a mi casa.
Éste que ven aquí me lo regaló la tía Mariela, que ha tenido muy buen ojo para cada uno de sus obsequios. Es práctico y con un diseño ideal. Por otra parte, modestamente, debo añadir que lo luzco con elegancia. Realmente es uno de mis preferidos. Ahora me está quedando chico, pero mi Mamá quería que este piyama pasara a la posteridad. Por eso la foto y esta mención.

sábado, julio 15, 2006

Las amigas de Mamá II


Hoy conocí a más amigas de mi Mamá, de cuando era chica. Fuimos a la casa de la tía Mariela en Caballito y allí nos encontramos con la tía Valeria, que vive en Barcelona desde hace bastante (aunque vuelve de paseo un par de veces al año); la tía Marianela, que trabajó mucho tiempo en los EE.UU. y decidió regresar al país; y otra amiga de quien, ahora, si me apuran, no recuerdo el nombre.
Como siempre, la pasamos muy bien y jugué mucho.

martes, julio 11, 2006

El primo Nico


Nicolás es el hijo de la tía Fernanda, que me cuida tres veces por semana porque mis Papis se van a trabajar.
Vive en el departamento de abajo, tiene 12 años, es hincha fanático de Boca y es muy bueno: siempre que puede juega conmigo, me presta sus chiches de cuando era chico y me enseña de todo.
Se nota que me quiere, me cuida como a un hermano menor y, por sobre todas las cosas, es mi primer amiguito de verdad.
La foto se ve así medio raro porque la sacaron con un celular.

domingo, julio 09, 2006

Vamos de compras


Hasta hoy la frase ir de compras se hallaba limitada a breves entradas y salidas a negocios comunes, en la búsqueda de objetos muy puntuales y por un lapso lo más breve posible. ¿Por qué? Básicamente, porque mis Papis se ponían nerviosos. A veces los perturbaba yo, con mi impaciencia; en otras ocasiones, se sacaban solos, porque imaginaban que los demás adultos no toleraban mis chillidos. Problema de ellos. De los adultos.
Ir de compras a un hipermercado era la prueba máxima de mi creciente madurez. Si la pasaba, un nuevo panorama de salidas se abriría ante mis ojos. Yo estaba listo para el desafío, pero faltaban oportunidades o que mis Papis se atrevieran a dármelas. En especial, mi Papá.
Finalmente, que la selección argentina quedara eliminada del Mundial y que hoy se jugara la final entre Francia e Italia me brindó esa tan ansiada chance. Como mi Papi quería evitar televisores que le recordaran el fracaso futbolero, al final cedió y nos mandamos.
La verdad es que me porté como los dioses, para asombro de todos. No hice ningún berrinche, no rompí nada y todo marchó sobre ruedas. La foto a la salida es la mejor prueba de ello. Allí estamos en ese lugar especial, que queda a pocas cuadras de donde vivió mi Mamá durante muchos años. Pero que también fue un lugar especial para Cuervos como mi bisabuelo Octavio, mi abuela Katty, mi abuelo Pichi, mis tíos Gabriel, Marta, Mónica, Nutri, Gustavo y Sebastián, mi tío abuelo Tito, y tantos otros que vieron convertirse a los Gauchos de Boedo en los del Bajo Flores. Por allí, donde se amontonan los carritos, se lucieron figuras como el Lobo Fisher o el Toti Veglio. Ahora, sólo abundan cajas de hasta 10 productos y góndolas de galletitas light.
Para ellos, una lágrima de solidaridad ante el exilio.

sábado, julio 01, 2006

¡Feliz cumple, Mami! [2006]


Hoy cumplió años mi Mamá y, pese a la depresión post-Mundial que lo invade todo, los festejos empezaron desde temprano, en el desayuno mismo, cuando con mi Papá le entregamos nuestro regalote: una campera espectacular que ella venía recomendando sutilmente desde hace meses.
Después, al mediodía, vino de visita la familia de mi Mamá, menos el abuelo Pichi, que se encuentra acompañando a la tía Noemí, quien no está como para festejos.
A la noche, Mami sopló las velitas por segunda vez, pero en esta ocasión con sus amigos, a los que agasajó con las empanadas salteñas que preparó la tía Paulina -aunque Papi asegura que la abuela Lela hacía unas empanadas santiagueñas que son inigualables- y un delicioso locro que Mamá hizo con sus propias manos.
Lo mejor fue el llamado de la tía Gisela desde Miami, donde vive.