De no hacer nada y estar encerrado todo el día en casa, pasé a otro fin de semana movido.
Ahora tuve la ocasión de recorrer Santos Lugares y visitar a otros amigos de Papá, los tíos Alejandra y Héctor.
Mi Papi conoce a Héctor desde hace mucho, pero muchos años en serio. ¡Casi como 30! Iban al mismo colegio secundario, aunque en diferentes años, y juntos jugaron al béisbol en el mismo club. Con Alejandra, la esposa, la relación es más reciente, aunque no por eso menos profunda.
Tienen 2 hijos que son unos verdaderos personajes y, naturalmente, son como mis primos: Chiara, la mayor, una muñequita vivaz y afectuosa; y Alessio, un terremoto hermoso que es el ahijado de mi Papá y que me prestó lo juguetes.
Los tíos se portaron muy bien con mis Papis. Todo el tiempo se preocuparon por mi salud cuando estaba internado y por el ánimo de mis Viejos. Además, Héctor hizo algo que me emocionó mucho: cuando todavía estaba en el sanatorio, un día se fue a ayudar a mi Papá a despintar muy trabajosamente un mueble que ahora brilla de nuevos y vivos colores en mi cuarto.
En la foto, aparte de Mamá y de mí, aparecen Alessio y la tía Alejandra. La sacó el tío Héctor. En la única que salgo con él, yo estaba llorando como un marrano, porque ya tenía mucho noni, y no me pareció justo con él publicar una foto en la que parece que me está flagelando.
Ahora tuve la ocasión de recorrer Santos Lugares y visitar a otros amigos de Papá, los tíos Alejandra y Héctor.
Mi Papi conoce a Héctor desde hace mucho, pero muchos años en serio. ¡Casi como 30! Iban al mismo colegio secundario, aunque en diferentes años, y juntos jugaron al béisbol en el mismo club. Con Alejandra, la esposa, la relación es más reciente, aunque no por eso menos profunda.
Tienen 2 hijos que son unos verdaderos personajes y, naturalmente, son como mis primos: Chiara, la mayor, una muñequita vivaz y afectuosa; y Alessio, un terremoto hermoso que es el ahijado de mi Papá y que me prestó lo juguetes.
Los tíos se portaron muy bien con mis Papis. Todo el tiempo se preocuparon por mi salud cuando estaba internado y por el ánimo de mis Viejos. Además, Héctor hizo algo que me emocionó mucho: cuando todavía estaba en el sanatorio, un día se fue a ayudar a mi Papá a despintar muy trabajosamente un mueble que ahora brilla de nuevos y vivos colores en mi cuarto.
En la foto, aparte de Mamá y de mí, aparecen Alessio y la tía Alejandra. La sacó el tío Héctor. En la única que salgo con él, yo estaba llorando como un marrano, porque ya tenía mucho noni, y no me pareció justo con él publicar una foto en la que parece que me está flagelando.
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