Y un día cumplí 11 meses...
Un mes de profundos cambios en todos los órdenes.
Ahora sólo voy al trabajo con mis Papis un par de días a la semana, porque los otros me quedo con la tía Fernanda.
Me siento yo solito, empecé a gatear y me subo a los barrotes de la cuna para buscar más chiches con los que jugar. La estimulación precoz es apenas un recuerdo del pasado, como mi boca sin dientes.
También dije algo parecido a Papá, aunque no lo repetí, y ya sé aplaudir cuando dicen ¡Viva! ¡Viva!, lo que inexplicablemente me hace mucha gracia.
Un mes de profundos cambios en todos los órdenes.
Ahora sólo voy al trabajo con mis Papis un par de días a la semana, porque los otros me quedo con la tía Fernanda.
Me siento yo solito, empecé a gatear y me subo a los barrotes de la cuna para buscar más chiches con los que jugar. La estimulación precoz es apenas un recuerdo del pasado, como mi boca sin dientes.
También dije algo parecido a Papá, aunque no lo repetí, y ya sé aplaudir cuando dicen ¡Viva! ¡Viva!, lo que inexplicablemente me hace mucha gracia.
2 comentarios:
Esa cara de la foto la empezaste a hacer hace poco...subís las cejas y abrís bien los ojos y hacés una mueca con la boca. Sos un payasote!!! digno hijo de tu madre.
A mi me causa muuucha gracia.
Sí, esta cara es la cara.
Y claro, ¿cómo no voy a ser payasín teniéndote a vos?
Un besote, Mami.
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