lunes, diciembre 25, 2006

¡Feliz Navidad! [2006]

Este año participé mucho más de la Navidad que el pasado, cuando me la pasé haciendo noni.
Aunque todavía no tengo bien asimilado el concepto de Papá Noel, más o menos tengo claro que es un viejito panzón, con barba y bastante buena onda; que trae regalos a los que se portan bien, como yo. La parte que no entiendo es cuando salimos de compras a los shoppings -con mis Papis- y después me esconden lo que adquirieron.
Esa parte no me cierra.
De todos modos, como en 2005, Papá se ocupó de aclararme que la Nochebuena y la Navidad conmemoran el nacimiento del Niño Jesús y nada más que eso; y que lo demás (los regalos, los excesos, los petardos y los accidentes de tránsito) no debe relegarlo.
Luego de haber disfrutado de la PreNavidad -como reseñé en el post PreNavidad, linda PreNavidad- con el abuelo Pichi y los tíos Liliana y Gustavo, la Nochebuena fue en el departamento de la abuela Katty, en Villa Luro. Allí nos encontramos con tía Marisa y mi primo Pedro. Los que más me gustaron fueron los fuegos artificiales, que desde el balcón se veían un montón; y también me encantó cuando Pedrito jugó con las estrellitas (a una distancia prudencial de mí). La Abu me regaló una especie de tortuga con encastres y la tía una sillita para ver la tele. ¡Todo relindo!
La mañana de Navidad transcurrió en casota, donde seguimos repartiendo regalos. A mí me tocó el lavadero de coches de Little People y algunos de sus personajes principales.
Al mediodía fuimos a la casa del abuelo Tata, en Ciudad Jardín, donde viven mis tíos Silvia y Hugo, y mis primos Florencia y Diego. También estaban los tíos Silvana y Eduardo, junto a una verdadera legión de primos: Natalia -¡que me regaló una pelota!-, Andrés, Ornella, Mariano, Franco, Mateo, Santino y Martina. La pasamos muy bien y encima en un momento llegó Papá Noel con más regalos, justo-justo cuando el tío Hugo salió a atender unos asuntos. ¡Qué lástima que se lo perdió! Y, como si todo esto fuera poco, como hacía mucho calor me metí en la pile con Mamá.
Más tarde caminamos unos metros y fuimos a la casa de mi madrina Ivana y el tío Marcelo, donde nos encontramos con mi padrino Héctor y la tía Alejandra. También estaban los primos Chiara y Alessio, y Agustina -que acaba de cumplir 15 e hizo una fiesta hermosa a la que no fui- y Federico. Una grata sorpresa fue la presencia de los tíos Daniela y Bichi, a quienes hacía mucho tiempo no veía, porque viven en San Juan. Para variar recibí hermosos regalos de mis padrinos y, después de dos días de tanto trajín, caí rendido a las 7 de la tarde.

No hay comentarios.: