En el contexto del Fin de Año, la de hoy fue la última reunión social, por suerte. No es que deje de disfrutar las salidas, pero debo confesar que -si me dan a elegir- prefiero quedarme en casota. A mí déjenme con mi sillita para comer, mi menú habitual y mi siestota.
De todos modos, la visita a la casa nueva de los tíos Mariela y Christian siempre es un placer, porque tengo la oportunidad de jugar con los primos Simón y -especialmente- Malena, además de con sus chiches, que son espectaculares.
De todos modos, la visita a la casa nueva de los tíos Mariela y Christian siempre es un placer, porque tengo la oportunidad de jugar con los primos Simón y -especialmente- Malena, además de con sus chiches, que son espectaculares.
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