domingo, diciembre 31, 2006

Despedida de Fin de Año II [2006]


En el contexto del Fin de Año, la de hoy fue la última reunión social, por suerte. No es que deje de disfrutar las salidas, pero debo confesar que -si me dan a elegir- prefiero quedarme en casota. A mí déjenme con mi sillita para comer, mi menú habitual y mi siestota.
De todos modos, la visita a la casa nueva de los tíos Mariela y Christian siempre es un placer, porque tengo la oportunidad de jugar con los primos Simón y -especialmente- Malena, además de con sus chiches, que son espectaculares.

sábado, diciembre 30, 2006

Al dente II


Como bien amplió mi Mamá en un comment del post Al dente I, tengo un gusto bastante variado en lo que a buena comida me refiero. Desde que la memoria me asiste, disfruto de casi todo lo que me ponen adelante. Tal vez ando un poco harto de la papa y el zapallo, pero sucede que supe darle muy duro durante mis primeros meses en la gastronomía.
Y desde que tengo dientes... ah, sí, desde entonces la cosa se puso realmente buena. En ese sentido, el choclo se convirtió en uno de mis platillos preferidos.

viernes, diciembre 29, 2006

¡Feliz cumplemés! 20


Y un día cumplí 20 meses...
... que es como decir que cumplí 1 año y 8 meses.
Hoy también cumple años mi abuela Katty quien, después de la Navidad, fue a pasar unos días en Aguas Verdes junto a tía Marisa y a mi primo Pedro.
Este ha sido un mes un poco más movido, a causa de las Fiestas, cumpleaños y todas las reuniones de familiares y amigos, que se hacen con esas excusas. Pero, en realidad, para ser sincero, no hubo grandes novedades, salvo que ayudé a mi Mamá a armar los arbolitos de Navidad en casota y en el trabajo. Y jugué, mucho; me la pasé jugando con todos los chiches que tenía y que me regalaron, con el castillo inflable de mis primos Franco y Mateo en su cumple, con el primo Teo -a quien no conocía y me cayó genial- y en cuanta oportunidad tuve.
Claro que, sin dudas, unas de las cosas más interesantes que descubrí fue la luna. Que está ahí arriba, alta en el cielo.

lunes, diciembre 25, 2006

¡Feliz Navidad! [2006]

Este año participé mucho más de la Navidad que el pasado, cuando me la pasé haciendo noni.
Aunque todavía no tengo bien asimilado el concepto de Papá Noel, más o menos tengo claro que es un viejito panzón, con barba y bastante buena onda; que trae regalos a los que se portan bien, como yo. La parte que no entiendo es cuando salimos de compras a los shoppings -con mis Papis- y después me esconden lo que adquirieron.
Esa parte no me cierra.
De todos modos, como en 2005, Papá se ocupó de aclararme que la Nochebuena y la Navidad conmemoran el nacimiento del Niño Jesús y nada más que eso; y que lo demás (los regalos, los excesos, los petardos y los accidentes de tránsito) no debe relegarlo.
Luego de haber disfrutado de la PreNavidad -como reseñé en el post PreNavidad, linda PreNavidad- con el abuelo Pichi y los tíos Liliana y Gustavo, la Nochebuena fue en el departamento de la abuela Katty, en Villa Luro. Allí nos encontramos con tía Marisa y mi primo Pedro. Los que más me gustaron fueron los fuegos artificiales, que desde el balcón se veían un montón; y también me encantó cuando Pedrito jugó con las estrellitas (a una distancia prudencial de mí). La Abu me regaló una especie de tortuga con encastres y la tía una sillita para ver la tele. ¡Todo relindo!
La mañana de Navidad transcurrió en casota, donde seguimos repartiendo regalos. A mí me tocó el lavadero de coches de Little People y algunos de sus personajes principales.
Al mediodía fuimos a la casa del abuelo Tata, en Ciudad Jardín, donde viven mis tíos Silvia y Hugo, y mis primos Florencia y Diego. También estaban los tíos Silvana y Eduardo, junto a una verdadera legión de primos: Natalia -¡que me regaló una pelota!-, Andrés, Ornella, Mariano, Franco, Mateo, Santino y Martina. La pasamos muy bien y encima en un momento llegó Papá Noel con más regalos, justo-justo cuando el tío Hugo salió a atender unos asuntos. ¡Qué lástima que se lo perdió! Y, como si todo esto fuera poco, como hacía mucho calor me metí en la pile con Mamá.
Más tarde caminamos unos metros y fuimos a la casa de mi madrina Ivana y el tío Marcelo, donde nos encontramos con mi padrino Héctor y la tía Alejandra. También estaban los primos Chiara y Alessio, y Agustina -que acaba de cumplir 15 e hizo una fiesta hermosa a la que no fui- y Federico. Una grata sorpresa fue la presencia de los tíos Daniela y Bichi, a quienes hacía mucho tiempo no veía, porque viven en San Juan. Para variar recibí hermosos regalos de mis padrinos y, después de dos días de tanto trajín, caí rendido a las 7 de la tarde.

viernes, diciembre 22, 2006

¡Feliz cumple, primos Mellis! [2006]


Si a las sucesivas despedidas de Fin de Año (con los compañeros del trabajo o con los compañeros de la imprenta), le sumamos los cumpleaños (como el de la tía Alejandra, el 20) o este de los Mellis, mis primos Franco y Mateo, el buen descanso y la alimentación adecuada se complican.
Pero, bueno, el calavera no chilla, suele decirse y la verdad que es una frase con mucho de razón. Porque en el cumpleaños de los mellizos, que fue en la hermosa casa nueva de mis primos Natalia y Andrés, la pasé más que bien. Estuvieron varios de mis tíos y primos -por el lado paterno- y además ¡había un castillo inflable! Pese al calor agobiante que azota la ciudad, me la pasé rebotando de un lado a otro y masticando pies ajenos. Hasta tuve el privilegio de participar en alguna de las sopladas de velitas que organizaron para todos los nenes que no cumplíamos años, pero que no podemos resistirnos a ese ritual.

Despedida de Fin de Año I [2006]


Los encuentros sociales se suceden uno tras otro. En el mediodía de hoy fue el turno de la despedida de Fin de Año para el trabajo de mis Papis. La cita fue en un restaurante muy bueno de Avellaneda -al que habitualmente le pedimos mi papa por delivery cuando me quedo en la empresa- y no faltó nadie: estuvimos Mamá, Papá, yo, la abuela Katty, y los tíos Mirtha, Maijo y Titus. Lo mejor fue que Maijo trajo al primo Teo, por lo que tuve alguien con quien jugar.

miércoles, diciembre 20, 2006

PreNavidad, linda PreNavidad


Cuando a duras penas voy incorporando el concepto de la Navidad -y todas sus implicaciones-, ahora parece que debo comprender el de lo que tranquilamente podría llamarse PreNavidad: es decir, una reunión con los familiares a los que no podremos ver durante las Fiestas.
En esta ocasión, el acontecimiento se celebró en casota; principalmente porque mi abuelo Pichi no está como para andar recibiendo gente en su casa. Como recordarán por el post La tía Noemí I, la esposa de mi abuelo fue operada por algo muy grave y, tantos meses después, no ha mejorado lo suficiente; algo que nos tiene preocupados a todos. Por otro lado, los tíos Liliana y Gustavo han decidido pasar las Fiestas en Córdoba, como parte de sus vacaciones.
Se trató de una velada muy linda, con muchos regalotes para todos al lado del arbolito que armé con Mamá. Pero el más lindo regalo fue el que me hizo mi abuelo Pichi: una locomotora celeste que trae un montón-montón de bloques para encastrar.

martes, diciembre 19, 2006

Compras navideñas


Parece que cuando llegan estas fechas de fin de año, la gente -además de tomar y comer de más, o trasnochar y mutilarse con petardos- sale de compras para obsequiar cosas lindas a sus seres queridos.
En esa tónica, mis Papis me llevaron al shopping Abasto, donde -dado que yo iba en cochecito- me la pasé viendo rodillas, debido a la inmensa cantidad de gente que tuvo la misma intención.
Ante esa realidad, decidimos comprar todo muy rápido, cosa de poder huir lo más pronto posible. En lo único que me quedé con las ganas fue de conocer a Papá Noel, que dicen andaba por ahí saludando a los chicos.
Una aclaración necesaria: perdón por la calidad de la imagen, pero fue tomada con el celular.

sábado, diciembre 16, 2006

Mi primo Pedro viene a jugar


Una de esas sorpresas que me encantan: vino mi primo Pedro a jugar conmigo. Sí, se quedó buena parte del sábado a la mañana y al mediodía para jugar.
Lo que más le gusta es jugar a la pelota y tirar penales con mi Papá, aunque también se hizo tiempo para correr carreras de autitos conmigo.

sábado, diciembre 09, 2006

Noche de sábado


Hoy hicimos algo diferente. Fuimos a Ciudad Jardín, el pago chico de Papá, a visitar a mi madrina Ivana y al tío Marcelo. Eso no fue lo novedoso, sino que después -junto a mis primos Agustina y Federico- partimos rumbo a boulevard San Martín ¡a comer pizza!
En realidad, no sé por qué lo puse con signos de admiración si a mí la pizza no me gusta demasiado. Además, debo admitir que no me porté nada bien. Creo que era porque me sentía acorralado por la gran cantidad de gente y sillas que había en la vereda.
Lo mejor fue la salida en sí, con paseo incluido, que terminó con un helado en el edificio Terrazas, donde jugué con unas nenas al lado de la fuente seca.

jueves, diciembre 07, 2006

Armando el arbolito [2006]



07-08/12/06
Como corresponde a estas fechas, primero en el trabajo y luego en casa, nos dedicamos -mi Mamá y yo- a armar sendos arbolitos de Navidad. El primero, es pequeño y práctico; el segundo, enorme e iluminado.
¡Me encantó! Fui sumamente divertido. Esta es la primera vez que colaboro, ya que el año pasado no pude aportar lo mío pues me la pasé haciendo nonazo. Contrariamente a lo que temía mi Papá, no hice más lío del habitual por tratarse de material delicado o frágil. Me comporté como un señorito francés, alcanzándole a mi Mami las pelotas, los adornos y las guirnaldas sin mayores distracciones ni inconvenientes.

sábado, diciembre 02, 2006

Al dente I


A veces no sé si quedó lo suficientemente claro que me gusta comer.
Cuando mi dieta se limitaba a la teta, le daba duro y parejo. Primero una y después la otra. Como llegó un momento en que no alcanzó, empezaron a suplementarlas con biberón. El tiempo pasó e hizo su aparición la comida propiamente dicha, en su versión de papillas o carnes picadas muy chiquitas. Después fue el turno de las cuatro comidas y entonces comenzó lo verdaderamente bueno; más allá que de vez en cuando sienta nostalgia por el amamantamiento.
En general, me gusta todo y no le hago asco a nada; aunque, como cualquiera, prefiero algunas comidas en lugar de otras. Y uno de mis platos favoritos es el brócoli. Nada rebuscado: me basta con que esté hervido. Puedo comerlo como plato principal -como se aprecia en la foto- o a la manera de picadita.