Esta vez el Día de Reyes contó con una mayor participación de mi parte que el año pasado. Junto a mi Papá, preparamos el agua para los camellos y la maceta del ficus proporcionó los yuyos adecuados para que esos nobles animales sacien su apetito. Además, por supuesto, colaboré en la colocación de los zapatitos con Mamá.
En la mañana, el living lucía completamente distinto a la noche anterior: el agua había desaparecido y también el pasto, del que sólo quedaban algunas hojitas tiradas por ahí.
Pero lo mejor, claro, fue el regalo que me hicieron los Reyes: un juego de tres bolas que caen haciendo música sobre unos platos giratorios.
En la mañana, el living lucía completamente distinto a la noche anterior: el agua había desaparecido y también el pasto, del que sólo quedaban algunas hojitas tiradas por ahí.
Pero lo mejor, claro, fue el regalo que me hicieron los Reyes: un juego de tres bolas que caen haciendo música sobre unos platos giratorios.
2 comentarios:
"¡A vosh te digoo!" sos un sol! :)
te queremos muuuuchoooo!!
Tu tia silvana y tu prima one!
Huy, ¡qué linda sorpresa! Yo también las quiero muchito. Y aprovecho la ocasión para agradecerles tanta dedicación y tanto afecto.
Publicar un comentario