12/12/07
Pasado mi furor por Toy Story, Cars y otras pelis; pasada mi pasión por Otto y otros muñequitos de los Simpson; pasado mi amor por los autitos... Señoras y señores, ahora es el momento de los piratas. Piratas y espadas, o viceversa; no sé cuál es la verdadera ecuación.
Creo que todo empezó con la segunda película de Shrek, donde aparece el personaje del Príncipe Encantador; un antihéroe que tendrá todos los defectos que quieran, pero usa espada. Y eso lo redime ante mis ojos.
Enseguida me enganché con Mulán, que también usa espada, y Peter Pan, con el capitán Garfio en primer plano.
Mi Papá no puede salir de su asombro ante tanto entusiasmo por un género que, según él, estaba tan muerto como el de los cowboys. Pero, bueno, debe admitir que medio que hay un bombardeo mediático con el tema Los piratas del Caribe, y piratas en el Serenito y piratas en McDonald's y piratas por todos lados.
Lo que ven en la foto es un regalo anticipado de Navidad: la isla del tesoro o de los piratas, una gestión-gentileza de mi abuelo Pichi ante la burocracia de Papá Noel.
Pasado mi furor por Toy Story, Cars y otras pelis; pasada mi pasión por Otto y otros muñequitos de los Simpson; pasado mi amor por los autitos... Señoras y señores, ahora es el momento de los piratas. Piratas y espadas, o viceversa; no sé cuál es la verdadera ecuación.
Creo que todo empezó con la segunda película de Shrek, donde aparece el personaje del Príncipe Encantador; un antihéroe que tendrá todos los defectos que quieran, pero usa espada. Y eso lo redime ante mis ojos.
Enseguida me enganché con Mulán, que también usa espada, y Peter Pan, con el capitán Garfio en primer plano.
Mi Papá no puede salir de su asombro ante tanto entusiasmo por un género que, según él, estaba tan muerto como el de los cowboys. Pero, bueno, debe admitir que medio que hay un bombardeo mediático con el tema Los piratas del Caribe, y piratas en el Serenito y piratas en McDonald's y piratas por todos lados.
Lo que ven en la foto es un regalo anticipado de Navidad: la isla del tesoro o de los piratas, una gestión-gentileza de mi abuelo Pichi ante la burocracia de Papá Noel.
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