lunes, junio 23, 2008

Veladas paquetas


08/12/07
Un día tan largo, que empezó en el club y siguió con el armado del arbolito de Navidad, tenía que terminar con un gran broche de oro.
La ocasión fue el concierto al aire libre, organizado por una radio que me gusta mucho, en los bosques de Palermo. Pero lo mejor fue la compañía: mis tíos Silvana y Eduardo, que tuvo la cortesía de hacerme cocochito un buen rato.
Aunque no lo crean me gusta mucho eso que llaman música clásica y que para mí es simplemente música. Ya conozco algo de Beethoven -puedo cantar ta-ta-ta-tan, ta-ta-ta-tan con buen oído- y de Moter (Mozart, para los entendidos), de quien destaco Pa-papá-papapapapapá-Pa-papá-parapapapapá, etc.
Hoy tuve la oportunidad de descubrir algo de Tchaicovsky, de quien me agradaron mucho los cañonazos de una de sus melodías.

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