19/05/08
Así están las cosas. Mi hermano Tommy se la pasa durmiendo -bah, cuando quiere-, comiendo o lloriqueando, y se las ingenia para que casi todas esas actividades involucren a Mamá. Mientras todo eso quede circunscrito a la habitación de mi Papis, tal vez hasta pueda tolerarlo... un poco. Aún no me acostumbré a las ausencias de mi Mami, pero al menos mi Papá me hace compañía. Demasiada para mi gusto. Ahora, si Tomás además comienza a extender sus patitas de araña hasta mis lugares -como la cocina, donde miro mis pelis-, no sé cómo responderé.
Por ahora lo vengo sobrellevando con la altura, la elegancia y la discreción que me caracterizan. Pero que nadie se ilusione: no ofrezco garantías de que esta situación pueda prolongarse demasiado en el tiempo.
Así están las cosas. Mi hermano Tommy se la pasa durmiendo -bah, cuando quiere-, comiendo o lloriqueando, y se las ingenia para que casi todas esas actividades involucren a Mamá. Mientras todo eso quede circunscrito a la habitación de mi Papis, tal vez hasta pueda tolerarlo... un poco. Aún no me acostumbré a las ausencias de mi Mami, pero al menos mi Papá me hace compañía. Demasiada para mi gusto. Ahora, si Tomás además comienza a extender sus patitas de araña hasta mis lugares -como la cocina, donde miro mis pelis-, no sé cómo responderé.
Por ahora lo vengo sobrellevando con la altura, la elegancia y la discreción que me caracterizan. Pero que nadie se ilusione: no ofrezco garantías de que esta situación pueda prolongarse demasiado en el tiempo.
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