jueves, octubre 30, 2008

Visita a la fragata Sarmiento


03/08/08
Desde hace un par de días que la mano venía espesa por aquí, por casota: mucho nervio, mucho desvelo, mucha ansiedad, mucho grito.
En ese contexto, con Papá tosiendo, moqueando y mal dormido, Mamá decidió sacarme a pasear. Como la mañana de este domingo amaneció fresca, pero muy soleada, tuvo la gran idea de llevarme a conocer la fragata Sarmiento, que está amarrada en Puerto Madero.
La verdad es que me encantó. No sé qué fue lo que más me fascinó: si el recorrido en sí o el habernos librado de mi hermano Tommy por un rato. Mm... el resultado está reñido.
¿Lo que más me gustó? Es difícil... Los cañones están refachu, lo mismo que los timones. Sin embargo, creo que -si me obligan a elegir y no vale repetir que me encantó librarme de Tomás- me inclino por los sables que están en exhibición. Me parece que si hubieran estado a la venta -algo que no les quepa la menor duda que pregunté- 5 ya estarían en mis garras.
Ah... Y obviamente después nos fuimos a comer papas fritas.

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