martes, noviembre 04, 2008

Que quede testimonio


11/08/08
Lo del título es lo que Mamá dijo y entonces Papá corrió a buscar la cámara -siempre lista- para documentar lo que, parece, se pierde con el tiempo: eso de ayudar a los Papis con las cosas del hogar.
Según mi Mami, ella siempre fue la gauchita en su familia de origen. Según mi Papi, él solía huir de las tareas que le asignaba especialmente mi abuelo Tata, quien no se caracterizaba por la paciencia y los mejores modales a la hora de dar indicaciones, sobre todo con la gente manifiestamente torpe para las tareas manuales.

sábado, noviembre 01, 2008

Regreso a clases


11/08/08
Es duro. Bueh, no lo es tanto: debo confesar que no tan en el fondo yo realmente quería volver al Jardín. Allí me entretengo mucho con mis compañeritos -a quienes en verdad extraño, como Rocío, Martina y Fede- y con las seños María Marta, Maru, Ariana y Mariela, que es nueva.
Siento emociones contrapuestas: por un lado, esto del Jardín; por el otro, el alejarme de mis Papis durante buena parte del día, dejarle servida la casota en bandeja a mi hermano Tommy para que haga y deshaga a su antojo y -por último y no por eso menos importante- no ver por vaya uno a saber cuánto tiempo a mi prima Ornella. Gracias a ella pasé 15 días inolvidables, que incluyeron las actividades más divertidas, habidas y por haber, como ir al cine a ver Kung-Fu Panda o comer comida chatarra, siempre con una sonrisa y la mejor buena voluntad (pese a tener que tolerar al denso de su tío).

viernes, octubre 31, 2008

Día del Niño [2008]


10/08/08
Este año el Día del Niño tuvo un sabor extraño, que supongo se relacionará con la llegada de mi hermano Tommy y mi consiguiente pérdida de protagonismo. No sé. No quiero exagerar ni llorar de más, pero no es fácil eso de perder la exclusividad en todas sus facetas.
Que hoy terminen las vacaciones y mañana se reanuden las clases tampoco colabora con mi estado de ánimo.
En fin...
Así y todo la pasé bastante bien, recibiendo muchos regalos de mis Papis, que me quieren mucho y se desviven por demostrármelo, a saber:
  • 1 muñeco de Zurg, de la película Toy Story II
  • 1 castillo
  • 1 muñequito del Capitán América, personaje con el que ando muy entusiasmado últimamente
  • 1 DVD triple con dibujitos de Superman

Además, vino a visitarme mi abuela Katty, que me trajo una cajita para pintar y colorear de Los Simpson.

jueves, octubre 30, 2008

Visita a la fragata Sarmiento


03/08/08
Desde hace un par de días que la mano venía espesa por aquí, por casota: mucho nervio, mucho desvelo, mucha ansiedad, mucho grito.
En ese contexto, con Papá tosiendo, moqueando y mal dormido, Mamá decidió sacarme a pasear. Como la mañana de este domingo amaneció fresca, pero muy soleada, tuvo la gran idea de llevarme a conocer la fragata Sarmiento, que está amarrada en Puerto Madero.
La verdad es que me encantó. No sé qué fue lo que más me fascinó: si el recorrido en sí o el habernos librado de mi hermano Tommy por un rato. Mm... el resultado está reñido.
¿Lo que más me gustó? Es difícil... Los cañones están refachu, lo mismo que los timones. Sin embargo, creo que -si me obligan a elegir y no vale repetir que me encantó librarme de Tomás- me inclino por los sables que están en exhibición. Me parece que si hubieran estado a la venta -algo que no les quepa la menor duda que pregunté- 5 ya estarían en mis garras.
Ah... Y obviamente después nos fuimos a comer papas fritas.

miércoles, octubre 29, 2008

Papito anda con nanas


30/07/08
No sé muy bien lo que pasa, dado que me la paso en el Jardín; o jugando, comiendo y -simplemente- mirando la tele en la cocina. Todo eso porque todavía soy un nene al que les resulta muy fácil engañar. Reitero, no sé muy bien lo que pasa, pero pasa algo. Más precisamente a mi Papá. Y me refiero a la salud, claro.
Hace varias semanas que anda con tos, con muuucha tos. Sí, anduvo resfriado como todos. Y como suele sucederle, también anduvo con bronquitis, que se prolongó, prolongó y prolongó. Tanto se alargó la cosa que hasta el día de hoy sigue tosiendo.
A la mañana, cuando se despierta, no se imaginan los trucos que tiene que hacer para no despertar a mi hermano Tommy con sus ataques de tos (como meterse la sábana en la boca, por ejemplo). Bah, él cree que no lo despierta, pero Tomás lo ha escuchado más de una vez.
Pero a la noche llega lo peor, cuando hay momentos en que no puede hablar de corrido para leerme cuentitos, porque la garganta le empieza a picar mucho y se le cierra (Por el calor del aire acondicionado, explica Papi) o cuando se acuesta a dormir y no para de toser (Por la postura del cuerpo, asegura convencido de que le creemos).
Además estas últimas noches se ha sentido muy débil; tanto, que necesita recostarse un rato en el sofá del living antes de cenar. Encima, bajó 8 kilos en 20 días. Como mucho 20 días, ¿eh? Él dice que es el estrés y todo ese verso.
No sé... No me gusta que no se cuide, que se quede sin aire cuando sube las escaleras o que tosa en cuanto empieza a reír. No sé. Algo tiene que hacer.

martes, octubre 28, 2008

¡Feliz cumplemés! 39


29/07/08
Y un día cumplí 39 meses...
... que es como decir que cumplí 3 años y 3 meses.
  • Festejamos el cumpleaños # 37 de mi Mamá.
  • Anduve yendo y viniendo al pediatra por culpa de mis otitis recurrentes y resfríos varios, que incluso me hicieron debutar en eso de las nebulizaciones.
  • Por eso falté en más de una ocasión al Jardín.
  • Volví a vivir: después de mes de ostracismo me llevaron a jugar al parque de los shoppings -con papas fritas incluidas- y al club.
  • Sí, sí: Superman y Batman son una obsesión. Y digan que mi Papá no consigue en ningún lado el DVD del Hombre Araña, porque entonces ya no saldré a la calle.
  • El tío Bernardo vino a visitarnos y trajo regalitos.
  • Informe semestral de las seños en el Jardín y muestra de la carpeta de trabajos: ahí no dicen nada que ya no sepa, aunque me lo reservo.
  • ¡Empezaron las vacaciones de invierno y mi prima Ornella las va a pasar jugando conmigo!

lunes, octubre 27, 2008

Mis primeras vacaciones de invierno


25/07/08
Hay días que son perfectos. Por el clima, por las actividades, por la diversión, por esto o por aquello.
Por lo que sea.
Hoy es un día perfecto.
Porque mis Papis fueron ¡los dos! a buscarme al Jardín (participaron de una reunión de padres con la seño Ariana) y porque además ¡me compraron una cajita Jack con superhéroes!
Sí, un día perfecto; especialmente porque es el primer día de mis primeras vacaciones de invierno. He pasado otros inviernos, claro; es más, este es el tercer invierno de mi vida. Pero las vacaciones no pueden considerarse verdaderas vacaciones si no las ganamos con el sudor de nuestra frente. Y no se trata de un sudor abstracto, metafórico o psicológico. No. Me refiero a un sudor real, producto del esfuerzo, como el que hice a lo largo de este primer semestre en el Jardín de Infantes.
Quedan por delante 15 días de diversión, fiaca, noni hasta tarde y otras yerbas.
Sí.
Hoy es un día perfecto.
Me lo gané.

sábado, octubre 25, 2008

Simplemente María


25/07/08
Ella es María. Trabaja con mi abuelo Pichi desde hace bastante tiempo. Como su hermana Francisca -que colaboró en mi casota después que Mónica, quien lo hizo después de Paulina- decidió dedicarse a cuidar de su familia, cuando nació mi hermano Tommy surgió la posibilidad de convocar a María. Lo bueno es que ella llega al mediodía, después de haber pasado por lo del abuelo, y me trae los regalitos (revistas, chiches y golosinas) que él me manda. Es como una rutina que me gusta mucho.
Es muy trabajadora y simpática, pero -sobre todo- es muy buena conmigo y con Tomasito, a quien cuida en muchas ocasiones. La verdad es que hemos tenido mucha suerte al lograr que viniera a casota.

viernes, octubre 24, 2008

Expresión de deseos


21/07/08
Esta semana mis Papis también fueron al Jardín. Bueno, en realidad debieron concurrir a sendas reuniones con las seño María Marta (Sala Amarilla B, turno mañana) y Ariana (Los Patitos, recreación, turno tarde). La verdad es que no me han contado nada de lo que allí se habló, pero supongo que todo debe haber sido más que positivo; de otro modo, especialmente mi Papá estaría cortándome los víveres, como suele advertir cuando alguien se manda alguna macana.
La foto corresponde a uno de los trabajos que integran mi carpeta del Jardín. He realizado cosas mejores, pero esta performance tiene un valor extra que le proporciona la historia que esconde.
Durante el primer día de clase, cuando concurrí con mis Viejos, la seño Martita les pidió que trazaran la silueta de mi mano y que escribieran un mensaje, cualquiera, el que se les ocurriera.
Tiempo después, ella me pidió que dibujara algo encima y esto es lo que salió, además de lo que agregó con su propia pluma a los costados.

jueves, octubre 23, 2008

El tío Bernie IV


20/07/08
Cuando todavía no se habían apagado los ecos de su última visita, diría un relator de fútbol, anduvo por aquí el tío Bernardo, amigo de mis Papis que vive en Tucumán y que trabaja con ellos desde hace muchos años. Antes venía todos los meses, pero ahora se le hace difícil, a no ser que junte varias razones que faciliten el viaje. La última vez vino después de la nevada del año pasado, en compañía de una amiga muy linda.
Además de hacerme reír, con su tonadita rara del norte, trajo regalitos tanto para mi hermano Tommy -a quien obviamente vino a conocer- como para mí. Pero mi regalo fue el mejor, por lejos: ¡una pista de autos!
Espero que vuelva pronto. Gracias a que estuvo él, mi Mamá se desentendió de Tomás para dedicarse a mí y Papá -charlando y charlando con su amigo- lo durmió a upa por primera vez.

miércoles, octubre 22, 2008

Mi prima Ornella


17/07/08
Hoy vino mi prima Ornella a conocer un poco más a mi hermano Tommy, tomar unos mates con mi Mamá y organizar mis vacaciones de invierno.
Como se aprecia en la foto, queda claro a quién quiso visitar.

martes, octubre 21, 2008

Volver a vivir II


12/07/08
Aprovechando que el día amaneció soleado y con una temperatura extrañamente agradable para esta época del año, mi Mamá nos llevó a mi hermano Tommy y a mí a Club de Amigos. ¡No lo podía creer... ¡Por fin! Allí nos encontramos con el abuelo Pichi, que -si bien lo saludó a Tomás y le hizo algunas morisquetas- se dedicó a jugar conmigo, que estaba conmocionado por este regreso definitivo a la vida normal. Cada rincón, cada juego, me traía recuerdos de hace apenas meses, cuando el motivo de nuestra ausencia, Tomasito, todavía no existía.
La verdad es que la pasé bastante bien: me dediqué a jugar y a luchar con el abuelo, en ese orden. Ahora sólo falta que Papá vuelva al gimnasio, Mami se anote en natación y yo regrese a la colonia de iniciación deportiva para que todos estemos definitivamente felices... de nuevo.

lunes, octubre 20, 2008

Volver a vivir I


05/07/08
Como tal vez leyeron en algún post anterior, al nacer mi hermano Tommy pasé de ser el centro del universo de mis Papis a... esto. Este lado del camino. El costado. La sombra. Igual que le pasó a nuestro perro Psycho cuando nací yo. Igual-igual.
De vivir entre algodones -y lejos de de constituir una casualidad- empecé el Jardín, cumplí 3 años y nació Tomás... Crash
Todo quedó patas para arriba. En el Jardín soy uno más en la multitud, los 3 años sólo han traído resfríos y otitis permanentes, y Tomasito...
La llegada de Tom-Tom tuvo efectos devastadores. Para empezar, en la rutina diaria: hay que hacer silencio. Todo el santo día. ¡Shhh!, se la pasan diciéndome. No hagas ruido que está durmiendo la tía Fernanda y nos va a retar, miente Papá para que yo no atribuya los reproches a mi hermano.
Después, en la comida o en el baño: lo hacemos cuando se puede y de la manera que se puede.
Hasta acá, todo bien. Mucha gracia no me causa, pero bueh... Sin embargo, hay dos cosas que hasta el momento no pude digerir a causa de Tommy y su cuidado:
  1. Dejar de ir al club (la peor)
  2. Dejar de ir a los juegos al shopping
A casi 2 meses del arribo de Tomás, finalmente la tendencia -muy lentamente- comienza a revertirse.
Así es que mi Mamá preparó todo para pasar un rato bien largo juntos, solos, ella y yo. Me llevó al Abasto: paseamos, fuimos a los juegos y, por supuesto, a comer patitas con papas fritas.
Uds. no se imaginan lo que significa esto para mí. Es mucho más que salir a dar una vuelta. ¡Se trata de recuperar mi vida! Pero no me conformo con esto. Ahora voy por más. Ahora quiero el club. Y lo voy a conseguir.

sábado, octubre 18, 2008

¡Feliz cumple, Mami! [2008]


01/07/08
Una jornada diferente para un día que bien vale la pena diferenciar: el cumpleaños #37 de mi Mamá.
Además de las visitas (que las hubo, como la de los abuelos Katty y Pichi, y mi prima Poppy) y los regalos (un dije de oro compartido con mi hermano Tommy y mi Papá), lo mejor que podía ofrecerle de manera especial era tiempo; nada más ni nada menos. Tiempo para ir a la peluquería -aprovechando que fui a mi pediatra con Papi-, por ejemplo; lujo que no se había podido dar en meses. Y eso que ella no es precisamente una fanática de esas costumbres, pero -entre la empresa, Tomás y Papá- había relegado esos automimos a un lugar muy abajo en su lista de prioridades.
A diferencia de otros años, no hubo lugar para grandes festejos con amigos y la familia; y no porque faltaran motivos, ¿eh? Pero a veces las cosas simples y chiquitas, como yo, se disfrutan más en la intimidad.
Sólo quiero decirte que te amo mucho, Mami. Feliz cumpleaños, por supuesto.
Ah, y gracias por regalarme la vida, me olvidaba de ese pequeño detalle.

Psycho me mordió


29/06/08
Sí, como lo leen en el título. Y no sólo lo hizo una vez, sino dos veces. ¡No sé qué pasó...! Tampoco resultó nada del otro mundo, aclaro. La primera vez apenas me rozó y la segunda, alcanzó a rasguñarme. Algunos testigos -como mi Mamá, por ejemplo- declararon que me vieron hacer todo lo posible para lograr enfurecer a este pobre bicho, habitualmente incapaz de hacer nada malo.
Desde que nací que la vida de mi perro Psycho no ha sido fácil. Imagínense con la llegada de mi hermano Tommy... El pobre, encima que quedó relegado y perdió hasta su lugar habitual para dormir, tiene que soportar incluso mi atosigamiento.
No alcancé a ver nada, pero parece que lo peor de todo fue el enojo de mi Papá, cuya furia se dividió en partes iguales hacia mí y hacia Psychote, con la diferencia que el animal recibió una dosis de castigo tal que lo hizo poner triste hasta a mi propio Papi.
Entonces fue que prometí no molestarlo más.

¡Feliz cumplemés! 38


29/06/08
Y un día cumplí 38 meses...
... que es como decir que cumplí 3 años y 2 meses.
Un mes de cambios y más cambios, de adaptaciones y más adaptaciones.
Permítanme decirles que ¡estoy harto de los cambios!
En este mes...
  • Me enganché mucho con los dibujitos de Batman y Superman.
  • Mi abuelo Pichi vino de visita en varios fines de semana y no sólo para ver a mi hermano Tommy.
  • Tuve varios cumpleaños de compañeritos del Jardín.
  • Internaron a Tomás un par de días por un proceso viral.
  • Festejamos el Día del Padre con muchos regalitos para mi Papá.

¡Feliz día, Papi! [2008]



15/06/08
Repuestos ya del susto producido por el mocoso de mi hermano Tommy -que estuvo internado en el sanatorio apenas 48 horas por un proceso viral de morondanga-, pasamos un muy lindo Día del Padre; con un integrante más en la familia: él.
Empecé la jornada bien temprano, despertando a Mamá y a Tomás, aunque no sé si el orden es el correcto. Mami me vistió, le cambió el pañal a Tomasito y nos explicó cómo sería la cosa.
Bien simple:
  1. Despertar a Papá.
  2. Darle sendos besotes.
  3. Ofrecerle nuestros regalos (¡mucha ropa linda para combatir el friíto invernal!).
  4. Y decirle...
¡Feliz Día del Padre!

Tanto preparativo hizo que las cosas salieron bastante bien, aunque hubo que repetir escenas, porque a la cámara no sé qué le pasaba. Le dimos una cartota súper emotiva y terminamos cantando, todos juntos...

Feliz, feliz en tu día...

Tommy otra vez internado


10/06/08
Todo pasó muy rápido y, la verdad, no me gusta nada. Ayer mi Papá vino a buscarme al Jardín -en lugar de Mamá, como estaba pactado y es habitual- y, ante mi requisitoria, confesó que ella estaba en el Sanatorio de la Trinidad con mi hermano Tommy, porque lo habían internado a causa de una fiebre demasiado alta.
A partir de esas palabras entendí -o quise entender- muy poco. Lo cierto es que Tomás no estaría en casota (¡vaya a saber por cuántos días!) y, en esta ocasión a diferencia de cuando quedó en Neonatología, Mami tampoco, porque le haría compañía día y noche en Pediatría. Allí tomó esta foto, con el celular.
Todo mal, desde todos los ángulos posibles. No sé si tiene una pavada o algo grave, si va a estar internado unas horas o unos días, si Mamá se acuerda de mí o tengo que soportar eternamente a Papi...
No sé. Todo mal, repito. Bien no nos llevábamos, pero tampoco tan mal como para que el destino nos regale este disgusto. Yo sólo quería que Tomasito se deje de absorber toda la atención de Mamá.
Nada más.

¡Feliz cumple, Lautaro! [2008]


07/06/08
Fin de semana con dos cumpleaños de sendos compañeritos del Jardín: Iñaki y Lautaro (de cuya fiestita pertenece la foto).
No es el primero al que concurro (que resultó el de Agustina, del grupo de Los Patos, en recreación, a la tarde, hace ya algún tiempo), pero sí del que mi Mamá se acordó registrar para la posteridad.
Habitualmente mi Mami me lleva al cumpleaños en cuestión, se queda hasta que nota que me siento cómodo y luego se despide, dejándome solo. Más tarde, me viene a buscar Papá y juntos volvemos a casota en taxi. Este fin de semana utilizaron un sistema diferente, dado que mi Papi se quedó en casa para cuidar a mi hermano Tommy. Mamá hizo lo propio conmigo, aunque dependiendo si Tomás se portaba bien y no la iba de demandante. Como Tomasito me hizo la gamba, Mami terminó compartiendo mi velada.

Mi abuelo Pichi


01/06/08
Entre tanta legítima atención (uy, guarda, no sea que el baby se ofenda, a ver si se va) dirigida hacia mi hermano Tommy, me hace bien que mi abuelo Pichi venga a visitarme para traerme chupetines, chiches, revistas, pelis y, sobre todo, jugar conmigo dibujando y recortando espadas.
Eso es lo mejor.

¡Feliz cumplemés! 37


29/05/08
Y un día cumplí 37 meses...
... que es como decir que cumplí 3 años y 1 mes.
Un mes en el que no pasaron muchas cosas, pero las que pasaron, pasaron. Oh, sí, doy fe que pasaron. Y que pasen de una vez por todas, por favor.
  • De arranque, bien arriba, festejé mi cumpleaños con toda mi familia y mis flamantes compañeritos del Jardín. Y recibí muchos regalos de todos ellos.
  • Nació mi hermano Tommy. Luego vino a vivir a casota. Más tarde lo internaron por su bilirrubina. Posteriormente volvió a casota. ¿Está bien? ¿Les sirve como resumen? Si quieren saber más de él, visiten su blog, que para eso lo hace.
  • Juego mucho con piratas, príncipes y espadas. Y también con superhéroes.
  • En el Jardín, ando bastante-bastante bien, aunque a veces muerdo cuando me molestan demasiado. Ah, y tuve mi primer acto escolar.
Como verán, un mes apasionante.
Uy, sí.

miércoles, octubre 15, 2008

Mi primer acto escolar


27/05/08
Mi primer acto escolar correspondió a la conmemoración de la Revolución de Mayo -como la llaman algunos- o del Primer Gobierno Patrio -como consignan otros-.
La cita fue en uno de los salones de actos del Jardín, conocido como Jai Alai, que no tengo ni idea por qué le dicen así. Sé que el Jai Alai es un deporte tipo paleta -que tan bien jugaba mi abuelo Tata en clubes como Huracán-, pero de ser así no entiendo cómo se aplica a un salón.
Todos los nenes de la Salita Amarilla B entramos en fila y en mi caso tomado de la mano de mi maestra, la señorita María Marta, de quien no me despegué en todo el acto.
Una gran sorpresa fue descubrir a mi Papá en las gradas; no dejé de saludarlo y tirarle besotes a la distancia.
El programa de actividades comenzó con el discurso de la señorita Teresa, que es la secretaria del ciclo inicial; luego siguió la entonación del Himno Nacional -también ¡mi primera vez!- y, por último, una serie de danzas a cargo de los chicos de las salitas de 4 años.
La verdad es que me divertí mucho. Pero lo que más me gustó fue ver a mi Papi y cantar el Himno.

martes, octubre 14, 2008

Superhéroes


25/05/08
Cuando mi fiebre pirata parece haber alcanzado su punto de ebullición, se ha desatado otra: la de los superhéroes.
De pronto, de un día para otro y por una peli de Batman en dibujitos que me compró Mamá, empecé a darle bolilla a unos muñequitos que Papá había empezado a coleccionar hace casi un año, como si supiera que, tarde o temprano, me iban a gustar. Como si el destino fuera ineludible. Algo así como que a todos los chicos, en algún momento, nos gustan los superhéroes.
Y así fue.
¿Mis favoritos? Batman y Robin. Papi es Batman y yo soy Robin, por supuesto. Nos tiramos en la cama con mi Viejo y jugamos a que Batman y Robin van al Jardín todas las mañanas. Batman lo despierta, lo viste, lo lleva a hacer pis, le da el desayuno y, juntos, agarran una hojita de un árbol, toman un taxi y llegan al Jardín.
Al principio, Mamá era Elektra, pero ahora es la Mujer Maravilla. Psycho es La Cosa (de Los 4 Fantásticos) y Tommy es el Capitán América.

Piratas y príncipes II


25/05/08
Mi pasión por los piratas y/o príncipes sigue su curso. Este es apenas un fotograma de lo que podría entenderse como una recreación de cierta escena de la película Shrek Tercero, cuando el Príncipe Encantador -mi antihéroe favorito- canta horriblemente una canción. Pero al tener una espada, se salva ante mis fascinados ojos.
Próximamente podrán apreciar el video de esta escena, del que seguramente me avergonzaré más adelante, cuando tenga oportunidad de reprocharle a mi Papá por haberlo publicado en vez de salvarme del oprobio.

Un día en la vida


19/05/08
Así están las cosas. Mi hermano Tommy se la pasa durmiendo -bah, cuando quiere-, comiendo o lloriqueando, y se las ingenia para que casi todas esas actividades involucren a Mamá. Mientras todo eso quede circunscrito a la habitación de mi Papis, tal vez hasta pueda tolerarlo... un poco. Aún no me acostumbré a las ausencias de mi Mami, pero al menos mi Papá me hace compañía. Demasiada para mi gusto. Ahora, si Tomás además comienza a extender sus patitas de araña hasta mis lugares -como la cocina, donde miro mis pelis-, no sé cómo responderé.
Por ahora lo vengo sobrellevando con la altura, la elegancia y la discreción que me caracterizan. Pero que nadie se ilusione: no ofrezco garantías de que esta situación pueda prolongarse demasiado en el tiempo.

Piratas y príncipes I



17/05/08
Mi pasión por los piratas, los príncipes, los caballeros medievales y, sobre todo, las espadas, que comenzó tímidamente allá por noviembre del año 2007, lejos está de extinguirse. Por el contrario, mi Papá sospecha que a esta altura se trata de una obsesión; especialmente, cuando le pido que me alcance una espada de mi vasta colección para jugar de acuerdo a la ocasión. Tengo la que he bautizado como la espada de Mulán, la de Buzz Lightyear, la de Los piratas del Caribe (regalo de la tía Mariela), la del príncipe (regalo de mi prima Natalia), la de Hércules, la inflable para la bañera y otro par más que todavía no clasifiqué debidamente.
Lo bueno es que esta pasión suelo combinarla. Como se ve en las fotos, a veces me chiflo y me disfrazo mezclando la capa de El Zorro, con la corona de un rey, la espada de Mulán y el peto de un caballero. Ah, y Psycho es mi noble corcel.

Tommy vuelve a casota I


16/05/08
Después de otro día en el Jardín, Papá vino a buscarme a fuimos a casota. Grande fue mi sorpresa cuando encontré allí a Mamá... y a Tommy.
Por suerte, parece que los resultados de los estudios le dieron bien y por eso recibió el alta. Ya sé que mucho no me creen, pero sinceramente me tranquiliza que mi hermano esté de vuelta en casa; por él y además porque eso implica que Mami estará otra vez conmigo.
Francamente no me costó nada portarme bien, aunque medio que me bandeé después, cuando vinieron de visita la tía Mariela y la prima Malena. De todos modos, creo que en promedio anduve bastante bien y merezco -mínimamente- un ¡¡¡7!!!

jueves, octubre 09, 2008

Cuando los mundos chocan


12/05/08
Todos lo estaban esperando y pasó. Yo lo esperaba y por eso me mentalicé para que no sucediera, pero -cuando llegó el momento- sucedió igual.
Chocamos.
Digo, mi hermano Tommy y yo, colisionamos. Tuvimos un cruce de personalidades. No fue nada del otro mundo, pero sacamos algunas chispas.
Llegamos del Jardín con Papá y en el sanatorio nos encontramos con mi padrino Héctor, que estaba de visita. Nos pusimos a ver las fotos del post anterior y todo estaba perfecto. Después vinieron los tíos Silvana y Eduardo, y todo siguió bien. Incluso tuve el gesto de cortesía de servir de anfitrión para mis tíos, presentándoles a Tomás. Nadie me obligó, salió de mí.
Las cosas estaban más o menos en su lugar. Hasta que esa bola de carne y pelos se puso a llorar. Claro, No pasa nada, dijo Mamá.
Logré contenerme algunos segundos, nadie podrá decir lo contrario, pero la insistencia de Tomasito me superó y ahí medio que me saqué. Pero sólo un poquito, ¿eh?
Tomás, levanté la voz para que aflojara un poco. Tomás, insistí, y debo admitir que soné como cuando Papi lo reta a Psycho. Ni bolilla me dio. Al contrario, más le decía, más lloraba.
Eso fue todo. Si les llega otra versión, no la crean. Esto fue lo que pasó. Es la pura verdad.

Salita Amarilla B



12/05/08
Finalmente nos sacaron las tan esperadas fotos oficiales en el Jardín de Infantes Euskal-Echea. En la primera estamos todos los nenes de la Salita Amarilla B -esto es, chicos de 3 años, turno mañana- junto con nuestra seño María Marta. Debo admitir que salí un poco serio.
En la segunda foto, creo que luzco bastante bien, aunque me parece que se les fue la mano con el photoshopeado.
Y, en la tercera imagen, estoy en el sanatorio, mostrándole estas fotos a mi Mamá y al padrino Héctor, que fue de visita.

Mi hermano Tomás


11/05/08
Sí, estamos en la habitación 451 del Sanatorio de la Trinidad y ahí está Tomás. Mis ojos no mienten y, si la única verdad es la realidad, Tomás es la verdad. Y, por ende, la realidad. Inmodificable.
Ahora somos 4. Bah, 5, si contamos al pobre de Psycho, que sigue perdiendo posiciones. Tendré que aceptarlo.
Lo cierto es que el asunto de los regalitos de Tommy me hizo bajar la guardia definitivamente. Por eso, rápido de reflejos...
¿Querés ver a Tomás de cerca?, pregunta Papá.
Sin pensarlo, respondo que . Entonces me hace upa y nos acercamos. Despacito. Lo miro y no sé si me mira. Es una cosita chiquita, negrita, moradita o coloradita, según se mire o le pegue la luz. Una pequeña porquería, bah. Un ser hinchado o algo achinado, sorprendentemente parecido a Mamá.
Por suerte, Papi me aleja rápido y quedo como un duque adelante de todos, antes de que la necesidad de explotar -o implotar- encuentre su cauce.

Golpes bajos


11/05/08
Habíamos quedado en el momento de mi llegada a la habitación de Mamá en el Sanatorio de la Trinidad, con un reencuentro a puro besotes y -un poco- de reconciliación.
Estábamos a los mimos, cuando giro y miro en diagonal hacia el otro extremo del cuarto. Y ahí está ese sujeto. Ahí está Tomás, digo con sorpresa y no sueno tan mal como esperaba. En realidad, debo confesar que hasta me emociona. No mucho, tampoco la pavada.
Tomás Bautista es su nombre, que no suena ni cerca de bien como Manuel Facundo. Lo miro de lejos, rápidamente, como en un flash y vuelvo los ojos otra vez a la ventana.
Todavía lejos de reponerme de tantas emociones nuevas, entonces llega la hora de los golpes bajos: Mami me ofrece unos paquetitos. Dice que son regalos que me trajo Tommy. Los abro. Me tiemblan las manos. ¡Son unos muñecos del Hombre Araña y unos autos de Fórmula 1!
¿Tomás me trajo regalos? ¡No vale! ¡Así no puedo odiarlo!
Mis defensas tapizan el piso. Y ahora, ¿qué hago?

¡Nació mi hermano Tomás!


Uy, sí, ¡qué alegría! ¡Detengan el mundo, nació Tomás! En fin...

¿Dónde estábamos? Ah, sí, con Papá junto al puente de Cerviño, mientras intenta convencerme para ir a visitar a Mamá. Luego de un rato, finalmente cedo y caminamos rumbo al Sanatorio de la Trinidad. Entramos. Llamamos al ascensor. Ascendemos. Salimos. Pasillo. Habitación 451. Silencio.
No quiero entrar, no quiero nada, me quiero ir.
Pero entramos igual.
Veo a mi Mami sentada en un sofá y todas mis resistencias caen al piso. Me derrito lenta, pero persistentemente. Miro su vientre y ya no está esa panzota odiosa que la acompañó durante 9 meses. Sobre una mesita, una foto de mí que me sonríe. Mi claudicación ya deja charcos. La imagen de arriba grafica este preciso instante, como sólo el escaso sentido de oportunidad de Papi puede hacerlo. Entonces se me escapa una sonrisa a medias.
Mamá me abraza, me besa y yo la dejo hacer con placer. Por un segundo, todo está como antes y nada cambió. Pero no debo olvidar que eso no es cierto, que anoche En la habitación no estaban Papá y Mamá...
Ah, acá les muestro una foto de mi hermano con mi Mami, para que después no digan que estoy celoso.

Esa noche, ese día


10/05/08
Gracias al Cielo no hay fotos de todo esto, pero creo que este cuadro expresa bastante bien lo que siento.

Noche de sábado, madrugada del domingo.
Doy vueltas en la cama, duermo, sueño. De pronto, una alarma se dispara en mi cabezota para obligarme a despertar.
Abro los ojos. Oscuridad. El ronquido ligero del aire acondicionado es lo único que escucho. Es normal. Todo parece normal. Pero algo anda mal. No sé qué, pero algo anda mal. Debo averiguar qué.
Me levanto. Abro la puerta de mi cuarto y otra puerta se abre al mismo tiempo. Me sobresalto. Miro.
La miro. Es una ella. ¿Quién es?
¿Querés hacer pis, Manu?, pregunta con dulzura.
La voz y la carota resultan familiares. ¿Quién es?
Soy la tía Liliana, adivina mis pensamientos y entonces la ubico: es la esposa del tío Gustavo, hermano de mi Mamá y madre de mis primas Dina y Alma. ¿Necesitás algo?, insiste.
No, es lo único que pienso y no sé si alcanzo a decirlo. Sólo doy media vuelta y regreso a mi camota.
Sí; sin dudas, algo anda muy mal.

Madrugada del domingo.
Doy más vueltas en la cama, duermo mal y tengo sueños feos. Repentinamente, suena esa alarma otra vez y me levanto de un salto. Abro la puerta de mi cuarto con sigilo, pero en esta ocasión ya no aparece mi tía. Camino por el pasillo hacia la habitación de mis Papis. Abro. Otra sorpresa: está mi abuela Katty.
Me asusto. ¡No entiendo! ¿Qué está pasando?
De alguna manera, la Abu logra hacerme acostar.
Duermo, y entre sueños pregunto: ¿dónde están Mamá y Papá?

Mañana del domingo.
Con la abuela a mi lado, todo parece un juego y juntos deshacemos la casota. Vamos a la calle, toco todo -lo que puedo y lo que no-, agarro hojas y palitos, y me compra golosinas. Hacemos tiempo para esperar al abuelo Pichi, que nos va a venir a buscar para ir a ver a Mami y Papi.
¿¡Cuánta alegría!? Mm... psé.

Llegamos al Sanatorio de la Trinidad, donde nací y vinimos tantas veces a hacerme tantos estudios. Por fin, ¡por fin!, aparece mi Papá con una sonrisa demasiado grande y me baja del auto del abuelo. Me pregunta si quiero ir a dar una vuelta.
Caminamos por la vereda del sanatorio hacia el puente sobre la calle Cerviño. El día sería muy hermoso si no fuera porque nada está en su lugar. Para empezar, Mamá, Papá y yo...
Nos sentamos sobre la pared blanca que da al terraplén de las vías. ¿La idea? Ver pasar a los trenes. Nada. Segundos. Palabras de Papi que no entiendo ni me interesan. Minutos. Nada. Por fin, ahí pasa un tren. Uy, ¡qué alegría! Mm... psé. Bueno, ahora pasemos a lo importante: ¿dónde está Mamá?, por ejemplo.
Entonces, comprobando que hoy los trenes no me interesan demasiado, Papá respira profundo y explica todo. En síntesis, que anoche no estaban porque habían venido al sanatorio para que nazca Tomás, mi hermano menor. Y que ahora yo Manu es el mayor y... bla, bla, bla...
Ya no lo escucho. Ya no quiero ver a Mami. Sólo quiero que un hada nos toque en la cabeza para que, de pronto, sea la semana pasada, cuando me festejaron mi cumpleaños, soplamos las velitas y me hicieron muchos regalitos, y yo era lo único importante en el mundo, el centro del universo.
Dios.
En la habitación no estaban Mamá y Papá, es lo único que me sale decir.

viernes, octubre 03, 2008

Esa tarde, esa noche


10/05/08
Luego de la siesta, la merienda. Luego de la merienda, la salida.
La tarde del sábado 10 de mayo me sacaron esta foto y la imagen no miente: yo tenía esa carota.
La mañana soleada trajo una tarde igual de linda. Que daba para salir y eso hicimos. La excusa era ir cambiar ropa -que me quedaba chica o tenía repetida tras mi cumpleaños- al shopping Alto Avellaneda.
De pronto, como si alguien hubiera dado la orden, todo lo que estaba bien se puso mal.
La tarde hermosa se hizo noche fría de un segundo a otro. El shopping, habitualmente tranquilo, era un caos.
Sí, lo primero que hicimos fue cambiar la ropa, como pudimos, a las apuradas e incómodos en ese mar de gente.
Ya no teníamos ganas de nada, pero como insistí fuimos a los juegos. Y lo malo se hizo peor. Ahí Mamá se dio cuenta que, en el entrevero, alguien le robó el celular del bolsillo de la campera. Yo jugaba, pero ella estaba entre furiosa, indignada y preocupada.
Yo jugaba. Pero no tenía demasiadas ganas. Luego de un rato de mayor incomodidad, por suerte comenzamos a irnos. Era tanta la gente agolpada en cada centímetro cuadrado que ni siquiera pudieron comprarme un miserable chupetín. Y como compartía el fastidio generalizado, tampoco insistí.
Íbamos por un pasillo cuando Mami se empezó a sentir mal. Parece que le dolía la cintura o el vientre, abajo; o las dos cosas.
Nos apuramos. En la oscuridad del estacionamiento, una nena medio tonta y una madre totalmente idiota buscaban algo agachadas entre los autos. Casi las atropellamos.
Ya en el auto, saliendo del shopping, Mamá le informó a Papá que creía que tenía contracciones. Él le preguntó si estaba segura. Por las dudas, ella le pidió que las cronometrara.
7 minutos, aseguró Papi exactamente cuando surcábamos el cruce de los 7 puentes, muy cerquita de las instalaciones del club Independiente.
7 minutos después, no se repitieron las contracciones, pero sí a los 13, por lo que no eran regulares. Papá, entonces, aparentemente les restó importancia, como si fueran falsa alarma, instándole a Mami para que no se sugestionara.
Ella no volvió sobre el asunto y seguimos el viaje de regreso.
Yo no dije nada. Miraba por la ventana y escuchaba.
Más tarde, en casota, Mamá se puso a cocinar una cena espectacular; una especie de comida china con pollo, que le insumió un esfuerzo físico enorme, muy superior al que suponía su delicado estado.
Después todo fue como siempre. Las mismas costumbres, los mismos rituales. Papi levantó la mesa, Mami preparó mi baño. Él fumó un cigarrillo en el living, ella me bañó. Papá apagó todo y cerró la casota, Mamá me secó el pelo. Papá se acostó, Mamá me acostó. Papi prendió la tele, Mami me leyó un librito y me durmió.
Me dormí. Y entre sueños, ocurrió: el fin de una época.

martes, septiembre 30, 2008

Ese día, esa tarde


10/05/08
La foto -compuesta- que ven corresponde a la última de una serie de 9 que mi Papá le ha tomado a mi Mamá -exactamente a las 16.06 de este sábado-, por cada mes de embarazo.
Mientras quien esto dicta dormía la siesta. Una siesta muy larga, que empezó desde el mismo momento en que Mami quedó embarazada. Siguiendo con la metáfora digamos que, entre sueños, me di cuenta que algo había cambiado en ella. Los meses y la panzota que crecía inconfundiblemente aumentaron esa sensación de extrañeza. La incertidumbre terminó en diciembre: me comunicaron la noticia de que tendría un hermano, etc., etc.
Pero esa tarde yo dormía, pesadamente, como quien prefiere los sueños antes que una realidad que se escapa de las manos. Todavía no pasó nada y ya nada es como era. No me imagino lo que cambiará cuando llegue ése.
El innombrable.

lunes, septiembre 29, 2008

La última cena


08/05/08
Bueh, en realidad, no fue cena, sino una picada; pero, a los efectos dramáticos, Da Vinci no hubiera pasado a la posteridad pintando La última picada.
En rigor, tampoco se trató de una picada, sino de unos maníes con cáscara, que son mi debilidad, como para ir tirando hasta la cena. Una ópera lírica intitulada El último maní no sería tomada con mucha seriedad.
Además, no me cierra eso de La última... porque habrá más cenas y más picadas. Por otra parte, si trazamos una línea imaginaria, en la arena imaginaria que es mi vida, que divida mis 3 años de existencia en 2 partes (no necesariamente iguales), la raya surcará la medianoche del 10 al 11 de mayo de 2008.
Hoy es 8 de mayo de 2008. Aunque puedo hacer trampa y adelantarme, pero no tendría gracia.
Lo cierto es que, mientras comíamos maní y mirábamos la tele en la cocina, Mamá le pidió a Papá que nos tomara una foto. ¿Por qué? ¡Vaya uno a saber! ¿Qué se le cruzó por la cabeza? La verdad es que no lo sé. La estábamos pasando muy bien, eso seguro, pero como muchas otras veces. ¿Qué cosa, entonces? Lo irrepetible, tal vez. Para ella. No para Psycho o Papi. Para ella, pero con respecto a mí.
No sé.
Este es un post con muchas inexactitudes. Así no vamos a ningún lado. La gente no va a entender nada.

martes, septiembre 23, 2008

Otitis galopante


01/05/08
Mis Papis querían festejar el Día del Trabajador durmiendo a pata ancha, como suele decirse, pero... no. Se los resumo:

Resfrío + mocos en el oído = otitis

Y listo. No sé qué me pasa: durante mi último resfrío, que fue en Mar Azul, pudieron sacarme los moquitos porque me sonaba bien-bien la nariz. Ahora es como que ¡me olvidé! En vez de sonarme, soplo. Mi Papá se saca, se pone como loco de la impaciencia porque no puede entender cómo me olvidé de algo tan elemental, y mi Mamá insiste... pero nada.
Dado que me dolía, partimos en una mañana hermosa de feriado raudamente al instituto de otorrinolaringología donde mi Papi y yo somos habitués a esta altura. Obvio que el médico confirmó el diagnóstico informal de mis Viejos. De ahí salimos a la búsqueda de farmacias de guardia donde conseguir un medicamento rarísimo. 1, 2, 3 farmacias y nada. 4, 5 y 6 farmacias y menos que menos. Luego de recorrer buena parte del centro de la ciudad encontramos finalmente el remedio de marras en una de las pocas farmacias abiertas en un feriado que probablemente sea el más estricto de todos.
Bueno, lo cierto es que ahora me siento bien. La marquita colorada que se ve en la foto, a la altura de la sien, me sale cada vez que tengo mocos acumulados en la cabezota.

jueves, septiembre 18, 2008

¡Feliz cumplemés! 36 ¡Feliz cumpleaños! 3



29/04/08
Y un día cumplí 36 meses...
... que es como decir que cumplí 2 años y 12 meses. ¡Uy! ¿Ya 3 años?
A la mañana me despertaron mi Mamá y mi Papá. Juntos me dieron muchos, pero muchos, besotes y me cantaron el Feliz cumpleaños. Yo estaba bastante dormido y medio que no entendía demasiado lo que estaba sucediendo. Además, Papi me tiró de las orejas, un ritual que ya en el Cenozoico resultaba antiguo. Él es una de esas personas que pisa las puntas de los zapatos o zapatillas de los demás si son nuevos. ¡Qué se le va a hacer...! Se está poniendo viejo.
Al margen, la rutina fue la habitual, dado que tenía que ir al Jardín, como todos los días. Eso significó 0 (cero) regalos. Lo bueno vendría a la tarde y para eso faltaban... horas.


Eso pensaba al momento de salir de casota rumbo al Jardín. Sin embargo, estaba equivocadísimo. Si bien el futuro me traería agradables sorpresas, lo mejor ocurrió muy pronto. ¡Habían organizado una fiestita de cumpleaños en mi Sala Amarilla. ¡Para mí! La sorpresa fue enorme, porque todos mis compañeritos se hicieron los dormidos y cuando entré al aula empezaron a saludarme con besos y abrazos. A partir de ahí todo fue hermoso y raro, porque todos me felicitaban y me cantaron el Feliz cumpleaños y el Feliz-feliz en tu día (que para mí es en tu vida). Pero, además, vinieron Mami y Papá al Jardín y entraron a la salita. Mientras Mamá preparaba la torta y las bebidas junto a la seño María Marta, Papi nos sacaba fotos a todos y hacía reír a los chicos.
Debo admitir que fue muy emocionante, especialmente durante el momento cumbre, cuando me ayudaron a soplar las velitas. Me sentí querido y respetado.
Como era mi cumpleaños no hice la jornada completa y mis Viejos me vinieron a buscar al mediodía para llevarme a comer ¡papas fritas! al shopping. Pero de eso no hay foto. Tampoco de después, cuando pasamos por la empresa para que mi abuela Katty y la tía Mirta me saludaran.

Después de partir de casa para comenzar un raid que comprendió los festejos en el Jardín, la bacanal en el shopping y los saludos en la oficina, volví a casota con la sensación de OK, todo muy lindo, pero pasemos a los regalos.
Y hubo de todo, a saber:
  • 1 caja de herramientas
  • 1 muñeco de Peter Pan, que incluye una daga chiquitita y un farolito
  • 1 muñeco de Tarzán, que viene con lanza
  • 1 set con algunos personajes de la película Shrek III, que trae al protagonista, al Burro y al Gato con Botas ¡con espada!
  • 1 kit de caballero medieval, que incluye casco con visera móvil, peto o pechera, perneras o tobilleras y ¡una espada!

La verdad es que quedé tan shoqueado que mientras Francisca -alias Fran, la chica que ayuda a Mamá- levantaba todas las bolsas y arreglaba el living, yo no podía atinar a nada más que mirarla.
Contrariamente a los que mis Papis supusieron, los muñequitos fueron mis regalos favoritos.




02/05/08
Pasan los días ¡y sigo recibiendo regalos! Ahora el que se acordó de mí fue el tío Titus, amigo de mis Papis en el trabajo, quien me envió algo muy original: una especie de libro-pizarrón, para leer, pero también para escribir. Realmente me gustó mucho, aunque mi Papá rezongue un poco imaginando que voy a andar ensuciando de tiza toda la casa. ¡Nada más lejos de mí!

03/05/08
Este sábado festejé mi cumpleaños con una fiesta en un salón de la Avda. Garay, acá nomás, cerquita de casota. Ya ayer había venido el esposo de Fran, que es jefe de cocina en un restaurante, a hacer un par de cosas bien ricas. La propia Francisca reforzó los dulces y la torta que mi abuela Katty pasó a buscar de ida. Mi abuelo Pichi, por su parte, se encargó de preparar un montón de pizzas, que luego cocinaría para todos los invitados. Y María, hermana de Fran que trabaja con mi abuelo, también colaboró haciendo empanadas.
Cuando llegamos al salón ya había invitados: algunos de mis compañeritos me estaban esperando. Pronto vinieron todos los demás, familiares y amigos de mis Papis. No faltó nadie.
Creo que la pasamos bien. El lugar era bastante decente, aunque por lo que cobran me parece que podrían ofrecer algo más. Tuvo lo de siempre: inflable, pelotero, canchita de fútbol, servicio de panchos, piñata, mago y Barney, que resultó -por lejos ¿eh?- lo mejor de la fiesta, como siempre.
Muy bien que digamos no me porté. No es que haya hecho algo malo -ni travesuras ni berrinches-, pero anduve un poco fastidioso y sin intención de integrarme a los juegos en que participaban los demás. No sé... Tal vez todavía no manejo bien eso de de que haya otros nenes sobre el planeta que merezcan tanta atención como yo. Miro la panzota de mi Mamita y se me hace un nudo que me cierra la garganta hasta el punto de no dejarme hablar para contar lo que me pasa. Sé que nada va a cambiar con la llegada de un hermanito, como me juran mis Papis, pero fue terminar de soplar las velitas y darme cuenta de que... no sé...
Sólo quiero decirles gracias a todos por todos su presencia, por los regalos, por la colaboración y por todo el amor que me dieron. Espero saber retribuirlo.



05/05/08
Sin darme cuenta me (mal)acostumbré a recibir regalos casi todos los días: si no se trataba de un familiar era una amistad; de un vecino o de un conocido. Lo cierto es que se convirtió en una adicción que alcanzó su clímax cuando mis Papis me dieron el regalo de mis compañeritos del Jardín. Tal vez los no iniciados ignoren el valor de lo que aparece en la imagen, pero a los adeptos a los comics (que es en lo que me he transformado a una súper velocidad; paradójicamente, como no podía ser de otra manera) seguro que se les caerá la baba.
Lejos -y lo digo con el corazón- ha sido el mejor regalo que he recibido en mi vida y en la historia del universo. Sin exagerar, ¿eh?